El intendente José Corral visitó durante la semana a un grupo de familias relocalizadas en Barrio Jesuitas, que próximamente recibirán las escrituras que acreditan la propiedad de las viviendas en las que ya residen. “Son casi las últimas, porque ya se han mudado la mayoría de estas familias que vivían en la Tablada, en una zona de riesgo hídrico y fuera del anillo de defensa”, señaló el mandatario luego de la recorrida en la cual estuvo acompañado por la secretaria de Desarrollo Social, Cecilia Battistutti.

Allí, recordó cómo surgió el proyecto de construcción “cuando fue la inundación de 2016-2017. En ese momento nuestro pedido al presidente Mauricio Macri fue poder hacer estas viviendas y así resolver definitivamente la situación de familias expuestas al río. Él nos dio los fondos y así concretamos esta urbanización aquí en Barrio Jesuitas”. A partir de esta política habitacional, desde el Gobierno de la Ciudad se promovió dar una solución definitiva a vecinos que, por residir fuera del anillo de defensa, se veían afectados ante cada crecida del río Salado.

“Hace quince días que estoy en el barrio. Las casitas son muy lindas y los vecinos son muy buenos. Yo estaba en situación de calle con mis tres hijos y no pasábamos bien, así que cuando me llamaron y me dijeron que me daban la vivienda no lo podía creer. Ayer ya firmé los papeles para la escritura así que muy pronto voy a tener los papeles”, contó Paola Jaime, mate en mano y con una sonrisa dibujada en su rostro tras recibir en su propia casa al intendente de la ciudad.

La construcción de estas casas forma parte de un Plan presentado por el intendente José Corral ante el Gobierno nacional a principios de 2016, cuando Santa Fe atravesaba una emergencia hídrica por la crecida de los ríos Salado y Paraná, como así también por las lluvias. Vale recordar que en junio de este año el mandatario santafesino ya hizo entrega de escrituras a 50 familias que residen desde este año en barrio Jesuitas.

Barrio Jesuitas

José Corral explicó que el barrio está asentado en terrenos que pertenecían a la Congregación Jesuita, “que nos donaron a cambio de unos papeles y trámites de mensura que tenían que poner en condiciones y que se necesitaban para otros terrenos que habían vendido. Así este sector se transformó en una urbanización que hoy las familias ya están ocupando”. En el lugar se construyó un conjunto de viviendas que fueron financiadas por Nación y ejecutadas por el Municipio, y que cuentan con obras de infraestructura y todos los servicios, como agua potable y luz segura.

Junto a las familias en situación de riesgo hídrico y ambiental, como el caso del relleno sanitario que fueron reubicadas, José Corral, señaló que “hay algunas personas con situaciones de violencia de género, algunos chicos con problemas de motricidad que también hemos incluido en este grupo de familias, que en la gran mayoría como dijimos, estaban expuestas al río y ahora ya tienen su vivienda; y con la escritura definitiva que le vamos a entregar en unos días”.

En ese sentido, valoró que “cada ladrillo y cada ventana nueva que pongan y cada inversión que hagan en la casa es propiedad de la familia, que ahora tiene un lugar definitivo para mirar el futuro con más oportunidades. Además, estamos muy cerca del lugar donde la gran mayoría vivía, por lo tanto, los chicos no cambian de escuela, e incluso algunas de las actividades productivas, como los ladrilleros, están resueltas en el propio entorno”.