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Bolsonaro enfrenta a su vicepresidente y gobernadores por su postura contra el coronavirus

Crece la tensión entre el presidente brasileño Jair Bolsonaro con miembros de su propio gabinete y un grupo de mandatarios estaduales ante su indiferencia para abordar con seriedad la pandemia en Brasil
JUEVES 26 DE MARZO DE 2020

 Jair Bolsonaro no quiere más aislamiento y su vicepresidente lo refutó ayer, al igual que un grupo de gobernadores que decidieron desobedecerlo.

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, afirmó hoy que la posición del gobierno contra el contagio del coronavirus “es una sola, el aislamiento”, aún cuando el presidente, Jair Bolsonaro, públicamente sostiene lo contrario.

“La posición de nuestro gobierno por ahora es una sola, el aislamiento y el distanciamiento social”, dijo el general retirado Mourão durante una teleconferencia de prensa.

Sin embargo, horas antes Bolsonaro había pedido levantar las cuarentenas y restricciones a la circulación de las personas para no perjudicar la actividad económica.

El vicepresidente dijo que Bolsonaro “tal vez no se expresó de la mejor forma” y lo defendió señalando que “buscó poner en primer plano una preocupación sobre la segunda ola de esta cuestión del coronavirus, que es la cuestión económica”.

El gobernador del estado brasileño de Goiás, Ronaldo Caiado, informó este miércoles el fin de su apoyo al presidente Jair Bolsonaro, luego de las declaraciones del mandatario criticando las medidas adoptadas por algunos políticos en relación a la crisis del coronavirus.

“No hay más diálogo con este hombre. Las cosas han llegado a su fin”, dijo en un pronunciamiento público Caiado, un firme y conocido aliado de Bolsonaro, que incluso apoyó su candidatura a la Presidencia.

Bolsonaro criticó las medidas de algunos gobernadores —entre ellos Caiado— y alcaldes, como el confinamiento de las poblaciones, cierre de comercios e interrupción de clases para contener el avance del coronavirus.

Según el presidente, estas medidas podrían tener un impacto negativo en la economía. “Lo que están haciendo en Brasil, unos pocos gobernadores y algunos alcaldes, es un crimen. Están despedazando a Brasil, están destruyendo empleos”, dijo el mandatario.

Al respecto, el gobernador respondió: “Fui un aliado (de Bolsonaro) todo el tiempo, pero no puedo aceptar que ahora un presidente de la República se lave las manos y responsabilice a otras personas por un colapso económico o una quiebra de trabajos, que sucederá mañana. (Nodal.am)

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