Durante el fin de semana, la ciudad de Mar del Plata plateó una prueba piloto de flexibilización de la cuarentena pero no salió bien. La propuesta era habilitar el funcionamiento del comercio y permitir a los ciudadanos salir de sus casas para hacer compras, pero muchos aprovecharon para paseos recreativos y la famosa calle Gúemes, la zona más comercial de la felíz se vio copada de gente el domingo por la tarde. 

Después de semejante desborde, el intendente Guillermo Montenegro decidió que no se realizará una segunda prueba piloto en Mar del Plata y que los comercios volverán a funcionar si el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Nacional autorizan los protocolos.

El Jefe Comunal había dejado trascender su malestar este lunes a la mañana durante una conferencia de prensa. “La prueba piloto se hizo para ayudar económicamente a los comerciantes, no era para boludear. El próximo domingo los comercios de Güemes no abren”, afirmó.

Durante la rueda de prensa, el intendente deslizó que producto de este accionar, se verá obligado a incorporar en el protocolo puntos que consideró obvios de antemano pero que “algunos no entendieron” y “no respetaron” y que por ende, deberán ser incluidos.

Las modificaciones que se agregarán en el protocolo, entre otras, prohibirán las salidas recreativas en los paseos comerciales y el consumo de los productos comprados en la vía pública, tras advertir gran cantidad de gente “sin barbijo comiendo helado u otros productos en la calle como si nada pasara”.

Por su parte, el jefe de gabinete municipal, Alejandro Rabinovich, destacó el trabajo realizado por todos los comerciantes con el cumplimiento de los protocolos sanitarios para la reapertura y, al mismo tiempo, reprochó el comportamiento social de un grupo de personas que no entendió el objetivo de esta iniciativa y fue a pasear por la calle Güemes.

“La prueba piloto, en cuanto al funcionamiento de los comercios y el cumplimiento de los protocolos como el doble trapo, uso del barbijo, clausura de probadores, funcionó en forma perfecta”, manifestó Rabinovich.

Seguidamente, el funcionario remarcó: “Durante el sábado y el domingo hicimos una doble prueba: el funcionamiento de los protocolos en los comercios y el comportamiento social. Sobre este último punto, el sábado funcionó en forma extraordinaria, durante el domingo bien hasta las dos últimas horas en seis cuadras de la calle Güemes donde hubo mucha gente que se volcó a la calle sin cumplir la cuarentena. Fueron en grupos familiares enteros a tomar helado, de paseo, a hacer picnic. En estas seis cuadras de la calle Güemes se produjo el no respeto a lo que nosotros habíamos indicado”. 

En este contexto, el jefe de gabinete municipal expresó: “Estamos esperando que Presidencia de la Nación apruebe el protocolo, tomamos nota de algunas de las cuestiones que sucedieron durante la apertura de los comercios minoristas y el comportamiento social. Habrá modificaciones relacionadas con el take away, comprar para comer en sus casas y no en el espacio público, se clausurarán todos los lugares para sentarse y se modificarán horarios de atención. Vimos que el comportamiento social, en ese sector de la ciudad, no estuvo a la altura de lo que estamos pidiendo y de la cuarentena”. 

Por último, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, sostuvo: “No es el momento de pensar en una salida recreativa ahora. Tenemos que seguir pensando en la reactivación económica”.