En la mañana del sábado 20 de mayo de 2000, Natalia Fraticelli, la hija de 15 años del entonces juez de Rufino, Carlos Fraticelli y de Graciela Dieser, fue encontrada muerta y con una bolsa de nylon en la cabeza en su dormitorio de la vivienda familiar de la calle San Juan 340 de esa ciudad del sur santafesino.

A partir de ese momento sus padres fueron detenidos, pero más tarde absueltos porque la Corte Suprema de Justicia consideró que sostuvo que "un procedimiento que se ha prolongado durante más de catorce años excede todo parámetro razonable, dilatando el estado de indefinición en el que se ha mantenido a los imputados en violación de su derecho constitucional a obtener un pronunciamiento judicial en un plazo razonable”.

El siguiente informe relata las distintas instancias legales de la causa: 

Esta mañana Daniel Aguilar, quien fue la última pareja de Graciela Dieser en la ciudad de Rafaela, posterior a la muerte de Natalia contó que Graciela siempre se sintió culpable por no pode haber estado junto a su hija cuando ella la estaba pasando mal, ella creía que un desengaño amoroso había sido el motivo de su decisión. Graciela despidió a una hija que se preparó mucho para una fiesta y a la mañana cuando se levantó se encontró con la hija muerta y la casa llena de policías.

“Graciela hablaba muy poco del tema con su pareja, él dijo que trataba de hacerla disfrutar porque ya había sufrido mucho. Para el cumpleaños de Natalia, en esta fecha, Navidad y fin de año se deprimía mucho”.

“Le resultó muy doloroso todo el proceso que le significó su detención y luego ya no pudo volver a vivir a Rufino, y no entendía cómo Carlos Fraticelli podía vivir tranquilo en la ciudad donde su hija se suicidó”.

Daniel Aguilar contó además una anécdota ocurrida en San Nicolás en ocasión de haber ido a rezar al santuario de la Virgen del Rosario, dónde los cruzó una joven que al reconocerla, llorando le pidió que la perdone. Era una de las compañeras de Natalia de Rufino.