En la tarde de ayer la Corte Suprema de Justicia acordó las nuevas pautas y reglas para la continuidad de la actividad judicial en el contexto de la Pandemia Corononarivus.

En una extensa resolución el máximo Tribunal de Justicia decidió ampliar las prestaciones del servicio en todo el mapa judicial de la Provincia de Santa Fe, excluyendo de ese entendimiento a las ciudades de Santa Fe y Rosario y sus aglomerados por estar ello en consonancia con las disposiciones que en materia sanitaria y de emergencia rigen en los ejidos urbanos de más de 500.000 habitantes.

En el resto de las sedes judiciales, ancladas en lugares que no son las consideradas como “grandes aglomerados urbanos de la provincia”, se dispuso la reanudación de los plazos procesales a partir del 26 de mayo pasado.

Asimismo, se dispuso la reanudación de celebraciones de audiencias, a partir del 1º de junio venidero.

En este orden de cosas, y para las nuevas modalidades de trabajo, se pone en funcionamiento el sistema de notificaciones electrónicas en todas las dependencias y unidades jurisdiccionales, salvo las incluidas en los grandes aglomerados urbanos.

Finalmente, el Alto Tribunal dispuso una serie de ampliaciones en el servicio de justicia para Gran Santa Fe y Gran Rosario, desde el lunes 8 de junio.

Consistirán en el levantamiento de la suspensión de los términos judiciales en los recursos de apelación hasta la llegada a la misma Corte y habilitar alegatos, dictado de sentencias y otros recursos en la justicia civil.

Finalmente, en ese fecha también se pondrá en marcha la prueba piloto de oralidad que en materia civil se pretende concretar.

Como se conoce, la reapertura del servicio de justicia es reclamada fuertemente por los colegios de abogados de las cinco circunscripciones, quienes pretenden tender a la normalidad. 

En ese sentido, han vertido duros términos para con el manejo de las actividades que ha dispuesto la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.