Verónica Camargo es la mamá de Chiara Páez. Con motivo de cumplirse cinco años de la primera movilización con el lema “Ni Una Menos” contó por LT9 las vivencias de aquella tarde cuando la causa del femicidio de su hija había movilizado a miles de personas y hoy, cuando después de cinco años, aún no hay una condena firme para el único acusado, quien era el novio de Chiara.

La madrugada del 10 de mayo de 2015 la adolescente de 14 años desapareció, luego de salir con un grupo de amigas y decirles que iba a encontrarse con su novio, Manuel Mansilla, que entonces tenía 16.

Ese domingo la familia denunció que no había regresado a su casa y la Policía rastrilló el pueblo junto a los vecinos para encontrarla.

El cuerpo apareció horas después enterrado en el patio de la casa familiar de Mansilla, quien según las pericias la mató a golpes.

La autopsia determinó que Chiara había tomado un antiflamatorio utilizado para abortar, pues cursaba un embarazo de ocho semanas que su madre había aceptado, pero que la familia de su novio no quería que continuara.

Ante lo grotezco de la escena, que rápidamente tomo trascendencia nacional, se generó espontáneamente una movilización pocas veces vista. Miles de personas salieron a las calles de ciudades y pueblos para reclamar que cese la violencia hacia las mujeres, y utilizaron la frase que una periodista colocó en un tuit para darle nombre al movimiento Ni Una Menos.

Verónica relató que aquel fue un día muy movilizador, hoy a 5 años estoy parada de otra manera, dijo la mujer que recordó que en aquel momento sólo había pasado un mes de la muerte de Chiara.

“Fue una movilización muy importante que traspasó el océano y es un tema en el que todos nos debemos involucrar porque nunca sabemos cuándo podemos estar afectados por un hecho de violencia”.

Verónica además recordó que cuando se generó la movilización no entendió la magnitud de la marcha ni el movimientos histórico que significó. A pesar de lamentarse de tener que ser parte de un cambio histórico, ahora reflexiona que sirvió para visibilizar muchas situaciones conflictivas, aunque aún falta mucho y no hay que bajar los brazos, desde el lugar que sea se puede colaborar con la temática.

“Yo no soy especialista en el tema, me toco y acá estoy para ponerle el cuerpo a la causa” deslizó en un momento de la entrevista.

Además la mujer comentó que aún no hay una condena firme para Manuel Mansilla, a quien en primera instancia le habían dictado 21 años y seis meses de prisión, pero sus abogados apelaron y ahora la causa está en la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que debe confirmar la condena del femicida.

“Para los criminales no hay cadena perpetua, para nosotros los familiares de las víctimas sí”, aseguró la mamá de Chiara Páez en un tramo de la entrevista, donde explicó que “para un adulto la pena máxima es de 35 años y en un menor, como lo era Mansilla al momento del crimen le descuentan un tercio. Además por buena conducta y buen estudiante se lo redujeron a 21 años y seis  meses”.

“Gracias a Dios nunca tuve sentimientos de venganza, todo reclamo lo tenemos que hacer por el camino del amor. Aunque desde el punto de vista de la justicia mi deseo es que los cinco permanezcan en la cárcel toda la vida”, dijo en referencia a la familia de Mansilla a quienes considera cómplices del femicidio.