Raúl Borsatti, referente del Norte Amplio por los Derechos Humanos, habló en Dame Radio por LT9 sobre la caravana de unas 40 cuadras de autos, camionetas, bicicletas y motos en apoyo a la intervención estatal en el grupo Vicentin, que acumula una deuda de 1.350 millones de dólares con diferentes acreedores entre los que se destacan el Banco Nación, productores rurales regionales, cooperativas y bancos extranjeros, entre otros.

"Lo que ocurrió aquí en Reconquista fue un hecho histórico: una marcha organizada por la multisectorial por la Soberanía Nacional y el Trabajo Regional bajo el lema 'No todos somos Vicentin'. Porque esta zona quedó como la rabiosamente vinculada a Vicentin. Esto tiene que ver con una manipulación de Avellaneda", afirmó en comunicación con Adrián Brodsky.

La movilización, que contó con el apoyo de decenas de organizaciones sociales, políticas y gremiales, partió el 9 de julio a las 15:30 horas desde la rotonda en el acceso sur de la cabecera del departamento General Obligado y se trasladó por distintos puntos de la ciudad.

"Fue un día de alegría, se hizo de manera pacífica. Lo que no ha difundido la prensa nacional fue la agresión que sufrió el equipo de C5N en Avellaneda. Lo de Reconquista fue histórico", insistió Borsatti.

Y agregó: "Hay que tener en claro el poder que tiene el grupo económico Vicentin en las vidas socioeconómicas y políticas de Avellaneda y Reconquista. Siempre hay temor de expresarse si hay que contarle las costillas al grupo. Entonces cuando comenzó la intervención, con las agresiones a los interventores en Avellaneda hubo una movilización de sectores atravesados fuertemente por el antiperonismo. El 'Todos somos Vicentin', 'No seamos Venezuela' y esas consignas cortas hicieron creer que todo este conurbano estaba a favor de la estafa".

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