Luego de conocida la intención de la firma de un acuerdo entre la Cancillería Argentina y China, para producir nueve millones de toneladas de carne porcina de alta calidad, lo que implicaría para pasar de producir 6/7 millones de cerdos por año a 100 millones, surgieron en el país miles de adhesiones a un documento titulado ''No queremos transformarnos en una factoría de cerdos para China, ni en una fábrica de nuevas pandemias'', convocado por artistas, activistas, periodistas y red de abogados ambientalistas. 

Según fuentes oficiales, la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) y la Asociación China para la Promoción y el Desarrollo Industrial de China (CAPID) impulsaría inversiones por USD 27.000 mil millones en los próximos 4 a 8 años.

Consultado sobre el tema en el programa Primera Mañana de LT9, el profesor Mauricio Campá, docente de la cátedra Porcinos de la Facultad de Ciencias Veterinarias, de la Universidad Nacional del Litoral, asegura que “cuando se conozcan los números, van a tranquilizar. No es que esto viene a superpoblar la Argentina de cerdos, que vamos a nadar en una superpoblación y contaminación”.

“En nuestro país hay una densidad de población de dos animales por kilómetro cuadrado, podríamos estar hablando que vamos a duplicar o un poquito más esa cantidad con esta inversión. Para ponerlo en un contexto internacional, por ejemplo, en España hay 150 animales y en Cataluña  una concentración de mil animales por kilómetro cuadrado”. 

“Aquí la cuestión es ser inteligentes para poder manejar este tema,  para hacerlo de manera correcta, así no debería impactar en la cuestión ambiental”, agregó Campá.

“Actualmente la producción de cerdos en el país se ha confinado de manera importante y eso viene de la mano de controles medioambientales. Hoy para instalar una granja debe haber habilitaciones de los municipios y medioambientales. Córdoba es una provincia por ejemplo con muy buenos controles”.

“Sobre el uso de antibióticos y la posibilidad de crear resistencia, se está trabajando. Todos los frigoríficos que tienen tránsito nacional, someten al productor al Plan Crea, un plan nacional, que en forma azarosa somete a las tropas a controles, para descartar que existan residuos de antibióticos en las carnes. Desde este punto de vista los veterinarios estamos muy concientizados sobre el tema del uso de los antibióticos. Hoy es una herramienta comercial la idea de producir con la menos cantidad de antibióticos posible y es una forma de asegurar la calidad de la carne”.

A pesar de ello Campá explicó que “es una cuestión que no se puede dejar de hacer en algunas etapas de la cría de cerdos, pero que se puede controlar y hacer de forma racional. En el extremo de la cadena, cuando los animales van a a ser enviados a mercado, para la faena, se deben suspender los antibióticos, porque tienen un período de restricción. Eso se controla y es estricto”, cerró.