El jefe de la comisaría de la localidad de Chañar Ladeado fue desplazado de su cargo por participar de una fiesta clandestina a la que concurrieron unas 150 personas, informaron fuentes policiales.

Se trata del comisario, Víctor González, quien era el titular de la comisaría de Chañar Ladeado, una localidad de unos 5.500 habitantes, ubicada a 160 kilómetros al oeste de la ciudad de Rosario, en el límite con la provincia de Córdoba.
Fuentes policiales consignaron que a partir del desplazamiento, además se inicia un sumario administrativo para determinar la responsabilidad del funcionario.
Según la denuncia realizada por vecinos, y que investiga el fiscal de la localidad de Melincué, Matías Merlo, el jefe de la comisaría 5ta. de Chañar Ladeado participó de un evento que se realizó en un salón de fiestas, entre el sábado a la noche y el domingo último, pese a que están prohibidas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) que rige en Santa Fe por el coronavirus.
Por su parte, el jefe comunal de ese pueblo, Matías Dichiara, aseguró por LT9 que el local fue "clausurado" y que a raíz del hecho se reunió el Comité de Crisis, donde fueron escuchados los vecinos denunciantes.
"En principio a nadie le molestó la música. Fue el comportamiento indebido de los jóvenes que al salir de la fiesta orinaron en las veredas de las casas vecinas", explicó Dichiara.

"Los vecinos llamaban a la comisaría para solicitar que fueran al lugar del festejo y nadie acudió", contó.
El fiscal ordenó procesar al dueño del local donde se hizo la fiesta y a los organizadores. Sobre la situación particular del jefe policial local, el presidente comunal dijo que a partir de la investigación se produjo el apartamiento del comisario. Ahora esperan la asignación de otro.

El evento, que no está permitido en territorio santafesino, a partir de las medidas de distanciamiento dispuestas por el gobierno provincial, se trató de una fiesta privada, cuyos organizadores cobraron una entrada a los participantes. 

Finalmente Dichiara explicó que "los inspectores comunales realizaron controles hasta la 1 de la madrugada, observaron que estaba todo tranquilo, no circulaba gente en las calles, así que levantaron los controles y después todo se produjo cerca de las 3 de la mañana". 

"Se están agotando los recursos humanos y económicos para mantener los controles". Y agregó: "La gente esta cansada de esta cuarentena. En los jóvenes se observa una rebeldía lógica, por lo que habría que rever las medidas de este aislamiento".