Familiares y amigos de Natalia Acosta realizaron una nueva manifestación frente a los Tribunales de la ciudad de Santa Fe, a doce años de la desaparición de la joven.
Acosta fue obligada a prostituirse desde unas semanas antes del 29 de mayo de 2009, último día en que se la vio en libertad. Estaba de novia con Eduardo Daniel Ruiz, un muchacho con el que se había mudado a una casa de Santo Tomé.
Sus padres no sospechaban que aquella fachada de libre elección era, en realidad, un violento secuestro para prostituirla en el centro de la ciudad de Santa Fe.
Natalia desapareció aquel 29 de mayo luego de haber sido llevada al club nocturno Místico, ubicado en Suipacha y 25 de Mayo, por Osvaldo Gabriel Cerri, quien se había presentado como propietario del lugar.
En 2016, la Organización de las Naciones Unidas exigió al gobierno argentino que el caso sea tomado como “desaparición forzada” y pase al fuero federal. Mientras tanto, había sido investigado por la justicia provincial como “pedido de paradero”. Ese mismo año Místico fue clausurado.
El portal especializado Feminacida.com.ar, recordó que Cerri había declarado que no estaba en Santa Fe al momento de la desaparición y que no recordaba a Natalia. "Sin embargo, su celular y el de ella se activaron aquella noche en la misma zona geográfica. Recién en 2017 fue detenido", señalaron en este artículo. Sin embargo, Cerri terminó falleciendo a los 57 años, en 2019, en la celda que ocupaba en el pabellón Anexo 1º de la Cárcel de Las Flores, por una afección cardíaca.
La última novedad se dio en abril pasado, cuando el fiscal federal Walter Rodríguez pidió la "extinción de la acción penal por la muerte del imputado", en referencia a Osvaldo Gabriel Cerri. En la resolución, se fundamentó además la falta de terceras personas vinculadas a la maniobra delictiva, necesario para continuar la causa. Afortunadamente, el funcionario de la Justicia federal aclaró que deberá darse la "continuidad a la búsqueda", al amparo de los estándares internacionales establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Belén Do Pará, entre otros.
Vale recordar que en 2017, otro de los dueños de Místico, Juan Carlos Cisneros, recibió una condena por los delitos de "promoción y facilitamiento de la prostitución", y en sus declaraciones señaló al hermano de un exdiputado de la UCR y a otro hombre que actualmente se desempeña como juez como sus socios de negocios.
Su familia nunca dejó de buscarla.
Ariel, su padre, sigue en la lucha y dijo que es lamentable lo que pasó. WNo tengo novedades sobre Natalia, y nunca tuve respuestas de la justicia puntualizó", esta mañana en el móvil de LT9, acompañado de Silvina, activista feminista que acompaña desde un primer momento el reclamo.
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