El viudo de Nora Dalmasso, la mujer asesinada hace 15 años en su casa de Río Cuarto, será juzgado desde el 14 de marzo próximo, acusado de ser el autor intelectual del crimen. La Cámara Primera del Crimen 2 fijó este martes la fecha para el inicio del debate, que contará con jurados populares. El 11 de este mes se realizará el sorteo electrónico de preselección de 50 jurados populares, de los que se elegirán 20 titulares y ocho suplentes.

Dalmasso fue asesinada el 25 de noviembre de 2006. Como se cumplieron 15 años, la causa prescribió; la prescripción solo se interrumpe para el único acusado preexistente, Macarrón, que está procesado por “homicidio calificado por el vínculo, alevosía y precio o promesa remuneratoria”. Si ahora surgiera quiénes fueron los asesinos materiales, no podrían ser juzgados.

Los hijos, Facundo y Valentina Dalmasso, apoyan a su padre. Y aunque advirtieron que lo serían, nunca se constituyeron en querellantes. La única que tiene ese rol es Nené Grassi, la madre de la víctima, que desde 2016 no tiene abogado. La Cámara que juzgará a Macarrón está integrada por Daniel Vaudagna, Natacha García y Gustavo Etchenique Esteve.

La noche del 25 de noviembre Dalmasso cenó con unas amigas -se autodenominaban las “congresistas” y declararon que durante el encuentro ella estuvo atenta al teléfono móvil- y les dijo que regresaba a su casa. “No me molesten en todo el fin de semana”, les pidió, de forma enigmática, cuando se retiró.

El domingo, un vecino la encontró asesinada sobre la cama de su hijo Facundo; estaba desnuda y tenía el cinto de una bata atado al cuello. Por la escena del crimen pasaron más de 20 personas, que la alteraron. La primera hipótesis apuntó a un juego sexual y se empezaron a desgranar nombres de supuestos amantes de la mujer.

La autopsia reveló que Dalmasso había sido estrangulada con doble lazo y dos nudos, que había tenido sexo consentido (tenía lesiones vaginales y anales) y que el asesino la había golpeado en el pecho, la cabeza y el codo: la había inmovilizado.

Macarrón, mientras, jugaba un torneo de golf, que ganó, en Punta del Este; Valentina estaba en los Estados Unidos y Facundo, en la ciudad de Córdoba, donde estudiaba. Después del crimen trascendió que el matrimonio tenía problemas, que ella quería divorciarse y que había discusiones por el reparto del dinero.

Por la causa pasaron cinco fiscales y hubo dos acusados del homicidio: Gastón Zárate, apodado “El perejil” -porque fue imputado como “chivo expiatorio”- y el hijo de la víctima, Facundo Macarrón.

En el caso del viudo, primero fue acusado de homicidio porque se halló semen en el cuerpo de Nora, pagó una fianza de tres millones de pesos y se mantuvo en libertad. Con otro fiscal, la causa fue recaratulada como “homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria agravado por el vínculo”.

La elevación a juicio la realizó el fiscal Luis Pizarro, quien planteó que Macarrón “contrató a una persona para dar muerte a su esposa, por precio o promesa remunerativa” y que “para lograr este objetivo el acusado le suministró información y, presumiblemente, le entregó el juego de llaves de la casa”. No identificó a los autores materiales del crimen ni tampoco explicó cómo ni con qué les habría pagado Macarrón.