Por la mañana, el expresidente de Ecuador Rafael Correa fue declarado "Húesped de Honor" por la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe. En el mediodía brindó una conferencia de prensa junto a los legisladores Agustín Rossi y Leandro Busatto y por la tarde participó de una charla abierta sobre los desafíos de los movimientos populares en América Latina.
Como nota de color, Rafael Correa se sacó una foto junto su coterráneo, el arquero de Colón Alexander Domínguez, la que compartió a través de su cuenta de Twitter: "Alexander es el ídolo acá en Santa Fe. Nos llena de orgullo a todos los ecuatorianos", expresó el exmandatario.
En su discurso ante los legisladores santafesinos, Correa se definió como “un hombre de izquierda”, y reivindicó a los argentinos de la talla de San Martín, Belgrano, Perón y Evita, el “Che” Guevara y el Papa Francisco. "Los pobres socioeconómicos no dejarán de ser pobres con caridad, sino con justicia, por ello elegí la opción política. Pero esto causa algunas veces grandes problemas, como decía Helder Cámara, obispo de la teología de la liberación de Brasil: 'Cuando alimento a los pobres me llaman santo, cuando pregunto por qué hay pobres me llaman comunista'", fue uno de los pasajes más destacados de sus discursos.
También se refirió a la coyuntura política que atraviesan los países de Latinoamérica y la persecución de algunos de sus dirigentes destacados: "Lamentablemente, parece ser que algunas veces se tornan vigentes las palabras de Robespierre: 'aún no ha llegado el tiempo en que los hombres honrados puedan servir a la Nación sin ser castigados'. Si no vean todos los casos de judicialización de la política que se están dando en nuestra América. Cuando tu abogado te dice, frente a todas las acusaciones que a diario recibimos, que no existe absolutamente nada, pero que de todas formas te van a denunciar penalmente porque es una persecución política, sabes que los fundamentos de la república se está desplomando y que el pasado está de vuelta", sostuvo Correa, en referencia también a la situación de su último vicepresidente Jorge Glass, quien se encuentra detenido con una condena vinculado a casos de corrupción.
"Debemos revindicar la política, la satanización del poder político en América Latina ha sido una de las estrategias de inmovilización de los procesos de cambio. La búsqueda del bien común es la razón de la autoridad política, ese bien común que tratamos de construir todos estos años en Ecuador", dijo Correa en otro tramo de su alocución.
"La esencia de la Revolución Ciudadana , nombre de nuestro proyecto político, fue el cambio de las relaciones de poder en favor de las grandes mayorías. Paz no es sólo la ausencia de guerra, dijo Correa en alusión al rol del Estado en nuestras sociedades, paz es sobre todo presencia de justicia, de desarrollo, de derchos humanos. Gandhi decía que la pobreza era la peor forma de violencia. Paz sin justicia es sencillamente pacificación. La insultante opulencia de unos pocos en América Latina al lado de la más intolerable pobreza son también balas cotidianas en contra de la dignidad humana", reflexionó el exmandatario, quien estuvo al frente del Ejecutivo ecuatoriano desde 2007 al 2017, lo que lo convirtió en el presidente con más tiempo en el poder de forma continua.
Además, fue distinguido como Visitante Ilustre por el Concejo Municipal de Santa Fe, al igual que en el día de ayer en Rosario. “Me declaran huésped ilustre, lo cual agradezco, pero yo no tengo nada ilustre al lado de los trabajadores de Santa Fe, al lado de las Madres de Plaza de Mayo, al lado de tanto héroe anónimo que dio su vida por una vida mejor para nosotros. No soy nada al lado de Marielle Franco, concejala de Rio de Janeiro, cuya vida fue sesgada brutalmente: una muerte que nos recuerda las horas más oscuras de nuestra América”, afirmó Correa al recibir el reconocimiento del órgano legislativo local.
