Enviá tu WHATSAPP a la radio

 En vivo

Radio LT9

Es Viral

Día Mundial del Parkinson: bailar tango favorece la rehabilitación

La alteración del equilibrio es uno de los síntomas principales de la enfermedad, y esta danza, por sus características, es la más indicada para ayudar a mejorarla.
MIÉRCOLES 11 DE ABRIL DE 2018

Cada 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson con el objetivo de concientizar a la comunidad internacional sobre esta enfermedad que afecta a cinco millones de personas en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció ese día por el nacimiento del Dr. James Parkinson quien, hace 200 años, describió los síntomas de la enfermedad que él mismo padeció.

La Enfermedad de Parkinson (EP) es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente, después del Alzheimer. Afecta las neuronas encargadas de transmitir la dopamina, necesaria para el movimiento muscular y el control del sistema nervioso central. Si bien no hay cifras oficiales, se calcula que en Argentina existen cerca de 80.000 personas con EP.

En diálogo con el portal de Todo Noticias, la Doctora Nélida Garreto (M.N.68417), Médica Neuróloga a cargo del Sector de Parkinson y Trastornos del Movimiento de la División Neurología del Hospital Ramos Mejía, explicó que se trata de un trastorno crónico y neurodegenerativo progresivo que no tiene cura. Sólo hay mejoría en los síntomas. Y contó, además, cómo el tango danza ayuda en el tratamiento integral en la rehabilitación de sus pacientes.

“Es una enfermedad que tiene que ver con lo motor pero también con muchos otros aspectos: lentitud en el movimiento, al caminar, temblor, rigidez, dificultad para mover las articulaciones, pérdida de equilibrio, y decaimiento del estado anímico: depresión, apatía, aislamiento”, explica Garretto, quien comprobó que el tango favorece la secuencia de movimientos, la postura, la elasticidad, el equilibrio y la sociabilización.

Aunque en la actualidad existen disponibles nuevas terapias farmacológicas, lo cierto es que con el correr de los años la enfermedad progresa y este tipo de tratamiento no logra controlar la totalidad de los síntomas, según comenta la especialista. De este modo, las terapias no farmacológicas constituyen un pilar importante en el manejo interdisciplinario de pacientes con EP.


A medida que avanza la enfermedad, las personas afectadas reducen su participación en actividades sociales y recreativas, se hacen más dependientes de terceros, se aíslan y, en ocasiones, la depresión, un síntoma frecuente en esta enfermedad, agrava todo el cuadro. Así es que la danza se ofrece como una alternativa de rehabilitación efectiva, porque además de trabajar el aspecto motor incorpora otros elementos de gran utilidad como son la música y el contacto social.

En los últimos años se ha demostrado la importancia del ejercicio físico para mejorar la calidad de vida de las personas con Parkinson. El Dr. Malco Rossi, (M.N. 129488) médico neurólogo del Servicio de Movimientos Anormales del Instituto Fleni, sostiene la importancia de la actividad física como complemento del tratamiento de rehabilitación. “El ejercicio más recomendable es el aeróbico, como la bicicleta fija, caminar, hacer Tai Chi o bailar tango", dice Rossi, sin embargo, como “la alteración del equilibrio es uno de los síntomas principales de la enfermedad, y el tratamiento farmacológico resulta insuficiente, el tango por sus características es la que más puede ayudar a mejorarla”, agrega el especialista.

Por esa razón, el equipo de profesionales que acompaña a la Dra. Garretto en el Hospital Ramos Mejía, decidió incorporar un taller de Tangoterapia. Según explica la neuróloga, el Parkinson altera la vía automática, entonces, a los que padecen esta enfermedad se les hace difícil realizar acciones cotidianas sencillas o simplemente caminar. Al respecto, Juan Manuel Firmani, el profesor a cargo del taller, dice que “justamente, la base del tango es poder caminar hacia adelante y hacia atrás, lo que ayuda a los pacientes con su mayor dificultad que es la marcha”.

Firmani, cuenta que cada martes, cuando se lleva a cabo el taller, llegan a la clase pacientes con bastón o arrastrando los pies con pasos cortos, “a los veinte minutos los ves abrazados y bailando y no lo podes creer; después, se van caminando como si nada hubiera pasado, pero pasó mucho”.

La mayoría de los asistentes, tienen entre 55 y 65 años, edad promedio de inicio de la enfermedad, excepto Lili, la más joven del grupo, que integra el porcentaje de parkinsonismos, cuando el inicio es temprano, antes de los 40. A Lili siempre le gustó bailar, cuenta que a la mañana está “en off” y pone tangos para incentivar los movimientos de sus pies. “Si en una reunión mis amigos ven que se me está yendo el efecto de la medicación, me ponen un tango y arranco.”


Garretto dice que el tango invita a cumplir consignas simultáneas todo el tiempo ayudando a los pacientes a superar uno de los problemas que ocasiona el Parkinson: hacer varias cosas a la vez. "Cuando se los somete a pruebas multitasking o multidesafío, ese planeamiento ejecutivo de distintas órdenes de un acto sencillo se puede ver entorpecido”, aclara.

Por su parte, el maestro internacional de tango, Fabián Camardelli, comenta que “esta danza implica una complejidad tal que los bailarines se encuentran en un constante desafío mental y físico. El tango tiene infinitas combinaciones de movimientos que la pareja tiene que realizar en coordinación, dentro de la música, manteniendo el abrazo sin perder el equilibrio, sorteando las dificultades de una pista con mucha gente moviéndose en distintas direcciones.”

Debido a las dificultades que implica la enfermedad, para que el baile sea beneficioso, los pacientes tienen que bailar con personas sanas, ya que "si dos pacientes bailan juntos, no se desplazan", advierte la doctora. Por eso, en las clases de tangoterapia, el rol de los voluntarios es fundamental, ellos hacen las veces de parteners y de esta manera se optimizan los beneficios y se minimiza el riesgo de caídas o lesiones.

Los profesores dicen que en el taller hay tantos voluntarios como pacientes. Todo el tiempo cambian de roles y de pareja, excepto Norita y Carlos, un matrimonio que forma parte desde sus inicios, hace ya cinco años. Norita es la ayudante sana de su esposo, tiene cerca de 80 años, usa zapatos con tacos de diez centímetros y disfruta de las clases tanto como su marido. “Son milongueros de toda la vida, tienen su propio estilo y por eso siempre bailan juntos”, respeta el profesor.

El equipo de neurología del hospital, de manera frecuente estudia el impacto que tiene el tango en el tratamiento de rehabilitación de los pacientes. Carlos es el elegido por los médicos para hacer mediciones, y es además, quien propone mejoras para el taller, "de él surgió la idea de armar un video de ejercicios para que todos puedan practicar en sus casas”, dice Firmani.

“No faltan a las clases porque se sienten bien,” dice la Dra. Tomoko Arakaki(M.N. 77245), otra de las neurólogas del equipo. Ella es la que se encarga de retratar los momentos con fotografías que atesoran en el consultorio, y asegura que los avances de los pacientes son muy notorios, sobretodo en el aspecto emocional.

Los pacientes coinciden en que tienen un grupo de pertenencia y que se sienten contenidos. A pesar de las molestias que les ocasiona la enfermedad, disfrutan de la danza y la música que les es familiar: el piano de Pugliese, la voz de Gardel o la orquesta de D´Arienzo, el rey del compás. El tango los conectó nuevamente con su cuerpo, les hizo recuperar capacidades que creían perdidas y les devolvió una mejor calidad de vida.

Fuente: Todo Noticias.

NOTICIAS RELACIONADAS


MAS LEÍDAS

ONDA 9 S.A - 4 de Enero 2153 - (0342) 410 9999 3000 Santa Fe Argentina
Suscribite a nuestro Newsletter