El fiscal de Instrucción en Violencia de Género y Familiar, Gerardo Reyes, dispuso la elevación a juicio de la causa contra Pablo Rodríguez Laurta por el doble femicidio ocurrido en Villa Serrana.
La decisión alcanza los homicidios de Luna Giardina, su expareja, y Mariel Zamudio, su exsuegra. El hecho ocurrió el 11 de octubre pasado en una vivienda de esa localidad cordobesa.
Acusación, fuga y detención
Rodríguez Laurta está imputado por homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por mediar violencia de género.
También enfrenta cargos por violación de domicilio, amenazas y desobediencia a la autoridad.
Según la investigación, ingresó al domicilio donde se encontraban ambas mujeres y efectuó los disparos que provocaron sus muertes.
Tras el ataque, el acusado se llevó al hijo que tenía en común con Giardina, un niño de cinco años. Luego huyó del lugar.
Horas después fue detenido en la provincia de Entre Ríos, cuando intentaba cruzar hacia Uruguay. El menor fue hallado en buen estado de salud.
Antecedentes de violencia
La fiscalía confirmó que existía una denuncia previa por violencia de género realizada por Luna Giardina, y pesaban sobre él medidas de restricción.
Entre ellas, la joven contaba con un botón antipánico. Además, Rodríguez Laurta tenía un pedido de captura internacional.
Rodríguez Laurta era conocido por su participación en el espacio denominado “Varones Unidos”, vinculado a discursos críticos de las políticas de género.
También se presentaba públicamente como empresario del ámbito de la comunicación y el marketing.
Otras investigaciones
En paralelo, la Justicia investiga su presunta participación en el homicidio del remisero Martín Sebastián Palacio, ocurrido en Entre Ríos. Ese hecho se tramita en una causa separada.
Actualmente, el imputado permanece detenido en la cárcel de Cruz del Eje, bajo custodia especial.
La Justicia ordenó pericias psicológicas y psiquiátricas conforme al artículo 34 del Código Penal. Los estudios concluyeron que estaba en condiciones de comprender la criminalidad de sus actos.
Rodríguez Laurta se negó a declarar ante la Justicia. Sin embargo, realizó expresiones ante los medios como “Todo fue por justicia” y “Tienen que venerarlo, es un mártir”.






















