Tras un año de gestiones, Argentina logró formar parte de la alianza de los BRISCS que integra Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los países más importantes de las economías emergentes que, como bloque, representan el 24 por ciento del PBI global. De esta manera y además de aumentar las exportaciones, podrá iniciar un camino de escape del dólar, moneda que ahorca cada vez más al país debido a la histórica restricción externa que sufre el país, sobre todo bajo la presión que ejerce el Fondo Monetario Internacional.
Si bien en un primer momento se había descartado esta oportunidad -al punto de que el presidente Alberto Fernández no viajó a Sudáfrica para participar de la cumbre del bloque- Inácio Lula Da Silva, el mandatario del principal socio argentino, reclamó la incorporación este miércoles. Brasil es, a su vez, el país que tiene a Dilma Rousseff como directora del banco de los BRICS. Esa entidad podría ayudar a Argentina para financiarse y escapar de la tutela del FMI, organismo que acaba de prometer otro desembolso tras la insistencia del ministro Sergio Massa que se encuentra en Washington y que este miércoles en conferencia de prensa dijo no estar al tanto de esta flamante incorporación.