Opinón

Argentina, la OPS/OMS y las contradicciones libertarias

Desde el mismo gobierno, han surgido tanto críticas como reconocimientos al accionar de la OPS / OMS, reflejando las contradicciones en las que suele incurrir el estilo libertario en torno al multilateralismo.

La Organización Panamericana de la Salud funciona como agencia de la Organización Mundial de la Salud en América. La vinculación directa entre el organismo y Argentina lleva formalmente casi nueve décadas, ya que el país ingresó como Estado Miembro en el año 1937.

Desde entonces, muchas de las políticas públicas han estado impulsadas a partir del intercambio con la institución multilateral.

Con la llegada del siglo XXI, la relación para la cooperación en el campo sanitario se fue abriendo a los actores subnacionales como las provincias. Al respecto, el caso santafesino reviste particular interés por el estrecho vínculo directo forjado con la OPS a través del tiempo.

En ese sentido, pueden mencionarse como ejemplos concretos; el trabajo conjunto en atención primaria de la salud (2014), un acuerdo de cooperación técnica (2018), talleres conjuntos sobre comunicación de crisis en pandemia (2020), el ingreso del Laboratorio Industrial Farmacéutico al Fondo de Proveedores de la OPS (2023), y la visita a la provincia de Santa Fe realizada en enero de este año por parte de representantes del organismo para diseñar nuevos proyectos de cooperación.

Todo el historial de intercambio se vio marcado por una importante dosis de incertidumbre desde el 5 de febrero de este año, cuando se informó oficialmente que el presidente de la Nación, Javier Milei, le encomendó al Ministro de Salud, Mario Lugones, realizar las medidas pertinentes para que Argentina deje de formar parte de la Organización Mundial de la Salud.

El argumento expresado en el comunicado formal de la Oficina del Presidente, fue que “urge repensar para qué existen organismos supranacionales, financiados por todos, que no cumplen con los objetivos para los que fueron creados, se dedican a hacer política internacional y pretenden imponerse por encima de los países miembros”.

Más allá del anuncio, que implicó un fuerte signo de oposición del gobierno nacional al multilateralismo, hasta el momento, la OPS/OMS pudo seguir desplegando en el país su estrategia de contribución a las políticas públicas sanitarias.

Y lo más llamativo, es que en el mismo sitio web oficial del Ministerio de Salud, se resalta la asistencia de la OPS a algunos programas en curso, como el que se implementa en Chaco para la lucha contra el dengue.

Entre aquel comunicado de la Oficina del Presidente, y algunas de las noticias difundidas en el sitio oficial de la cartera sanitaria, surgen llamativas contradicciones de comunicación estatal frente a los organismos internacionales.

Con el tiempo sabremos que sopesa más; si la tendencia del presidente Milei a una imitación del estilo “trumpista” de enfriamiento o corte de las relaciones en el plano de la cooperación internacional, o la visión de largo plazo, orientada a atender necesidades reales que demandan políticas de Estado en materia de salud, para lo cual una salida completa y definitiva de la OMS, constituiría un hecho de aislamiento para el cual el país no parece estar actualmente preparado.

Autor

  • Lic. en Comunicación Social. Magister en política internacional

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