La construcción del nuevo puente que unirá Santa Fe con Santo Tomé sumó un hito este fin de semana con el arribo de las primeras tres vigas longitudinales provenientes de San Luis. Se trata del primer envío de un total de 56 unidades de 30 metros de largo que, según confirmaron desde el Ministerio de Obras Públicas provincial, seguirán arribando de a tres durante las próximas semanas.
El ministro Lisandro Enrico destacó que la obra alcanza ya un 22% de avance y que estos componentes permitirán acelerar los trabajos estructurales: una vez que se completen varios acopios y progrese el estribo del lado santafesino, se montará la máquina lanzavigas para iniciar la siguiente etapa.
Desde la Dirección Provincial de Vialidad, Pablo Seghezzo detalló el operativo de transporte, autorizado por Vialidad Nacional, que incluyó un recorrido por Ruta Nacional 7 hasta Rufino, luego por Ruta 33, el enlace con la A012 y finalmente la Autopista Rosario–Santa Fe. El convoy viajó escoltado por vehículos guía que fueron realizando los cortes necesarios para garantizar condiciones seguras durante todo el trayecto.
Respecto del avance general, ya se ejecutaron 121 de los 136 pilotes, 100 de 136 columnas y 28 de 42 cabezales, completando así más de la mitad de las pilas previstas. Además, continúa activo el terraplén de avance paralelo al cauce del Río Salado, aprobado por los organismos ambientales y diseñado para mantener el flujo de agua mediante una batería de tubos.
En paralelo, se desarrollan tareas en ambos accesos: del lado de Santa Fe se trabaja en los terraplenes norte y sur y en la relocalización de líneas eléctricas; mientras que en Santo Tomé se avanza en el estribo y en los ajustes al proyecto de reordenamiento del tránsito. Las autoridades remarcaron que la llegada de estas vigas marca un punto de inflexión para sostener el ritmo de obra y acercar a la región a un nuevo vínculo estratégico.






















