Se trata de Gabriel Chumpitaz, Patricia Vásquez, Fernando Iglesias y Alejandro Bongiovanni, todos del PRO. Esta mañana fueron informados desde la oficina de Martín Menem que debían irse del edificio de Rivadavia 1829 antes del 31 de enero.
Los legisladores, sorprendidos, empezaron a juntar sus cosas, aunque todavía no tienen dónde llevarlas porque aún no se les asignó un nuevo espacio de trabajo.
El diputado santafesino Gabriel Chumpitaz lo publicó en su red social X.
La explicación de lo sucedido es simple dicen desde el oficialismo: además del Congreso y del Anexo de la Cámara de Diputados, el Estado alquila varias oficinas en la zona que son utilizadas por los diputados y las diputadas. El contrato del edificio en cuestión se venció y los propietarios decidieron triplicar su valor.
El único que se inmola es Fernando Iglesias: “Es un piso de 90 o 100 metros cuadrados donde trabajamos cuatro diputados y nuestros asesores. Mis asesores, por ejemplo, trabajan en un pasillo. Se trata de un espacio normal, relativamente cómodo, aunque bastante austero. Gracia no me causa, tenemos poco tiempo y todavía no nos asignaron despacho. Pero si es por austeridad lo acepto. Plata no hay”.
Mañana miércoles se trataría La Ley COMBI y en el mientras tanto algunos diputados esperan que se les asigne una oficina para “trabajar”.