El 25 de agosto se rinde homenaje a peluqueros, peluqueras y barberos, también conocidos como estilistas, profesionales que combinan creatividad y técnica para mejorar la apariencia y estilo de quienes los visitan. Su trabajo incluye cortes de cabello, peinados, afeitados y el uso de tendencias tanto tradicionales como modernas, adaptándose a los gustos de cada cliente.
El origen de esta fecha se remonta al siglo XVII, cuando la profesión estaba reservada exclusivamente a hombres plebeyos. En aquella época, su labor principal era mantener y cuidar las pelucas utilizadas por la nobleza, un oficio que con el tiempo evolucionó hasta convertirse en la industria moderna de la estética y el cuidado personal que conocemos hoy.
El Día Internacional del Peluquero celebra no solo la habilidad técnica de estos profesionales, sino también su aporte a la confianza y bienestar de quienes buscan verse y sentirse mejor.