En un duelo cargado de fricción y pocas situaciones, Estudiantes se impuso 1-0 sobre Cerro Porteño en la Nueva Olla por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Santiago Ascacíbar, desde los doce pasos en tiempo de descuento, marcó el único tanto y dejó a los de Eduardo Domínguez con ventaja para la revancha en La Plata.
El equipo platense tomó la iniciativa desde el inicio, en un partido dominado por el juego aéreo y los envíos largos. Cuando pudo poner la pelota al ras del césped, buscó apoyarse en la conducción de Ascacíbar y en las proyecciones de Edwin Cetré, con Guido Carrillo como referencia en el área.
Cerro Porteño, respaldado por su gente, apostó a pelotazos largos para encontrar a Juan Iturbe, su principal carta ofensiva. Sin embargo, fue el Pincha quien generó la primera ocasión clara con un disparo desde media distancia del paraguayo Santiago Arzamendia, que exigió a Alexis Martín Arias antes de los 20 minutos.
Con el correr del primer tiempo, Estudiantes probó en varias oportunidades desde fuera del área, aunque sin precisión. Cerro, en cambio, ofreció pocas llegadas y se mostró más enfocado en esperar un error ajeno que en arriesgar.
En la segunda mitad, la historia se mantuvo similar: dominio territorial de los visitantes, pero sin profundidad. El Ciclón buscó su oportunidad en las pelotas paradas, recurso clásico del fútbol paraguayo, y por esa vía obligó a Fernando Muslera a intervenir en más de una ocasión.
El marcador parecía inamovible, hasta que en tiempo de adición Guido Carrillo encaró solo al área y fue derribado por Matías Pérez. El árbitro chileno Piero Maza no dudó y señaló penal. Tras varios minutos de protestas y empujones, Ascacíbar ejecutó con un potente remate cruzado que desató el festejo pincharrata.
Con este triunfo, Estudiantes viajará a la revancha en el Estadio UNO con la ventaja y la ilusión intactas. Si logra avanzar, su próximo rival saldrá del cruce entre Flamengo e Internacional, serie que por ahora favorece al Mengao tras su 1-0 en el Maracaná.