En las últimas horas, un grupo de investigadoras e investigadores del CONICET de Santa Fe, hizo pública una carta en la que manifiestan su preocupación por la situación actual del sistema científico y tecnológico en el país. Según explican, los recortes presupuestarios y la falta de financiamiento afectan tanto a la investigación como a la formación de recursos humanos en las universidades.
En el comunicado, además, subrayan que esta situación no solo afecta al CONICET, sino también a las universidades y a la formación de futuros profesionales en áreas como medicina, ingeniería y ciencias sociales, y concluye con un llamado a los responsables de gobierno, legisladores, actores de la producción y la sociedad para “incluir estos temas en sus agendas de trabajo”, advirtiendo que “el resguardo y la reconstrucción de un sistema científico con las capacidades que tuvimos será mucho más costosa que su sostenimiento y mucho más lenta que su destrucción”.
En exclusivo por la Nueva Nueve Pio Aguirre, investigador superior del CONICET en Santa Fe y uno de los firmantes del comunicado se refirió al contexto de crisis que atraviesa el sector.
“Todos los centros universitarios dependen en gran medida del Conicet para la investigación. Si la financiación se ve interrumpida, se resiente también la formación académica de los futuros profesionales en todas las disciplinas, desde medicina e ingeniería hasta ciencias sociales”, sostuvo Aguirre, quien integra el Instituto de Ingeniería Química y Recursos (INGAR), que depende tanto del Conicet como de la Universidad Tecnológica.
El investigador explicó que la situación provoca la salida de jóvenes talentos, “actualmente tenemos seis jóvenes becarios en el instituto, pero pocos continuarán aquí porque buscan otras opciones laborales, incluso en el exterior. Esto significa perder años de formación y conocimiento que son difíciles de recuperar”, se lamentó.
El INGAR, según Aguirre, combina la docencia universitaria con la investigación aplicada y la transferencia tecnológica a organismos públicos y empresas, generando patentes y proyectos de desarrollo en áreas clave como energía, inteligencia artificial y procesos productivos. Sin embargo, la falta de financiación amenaza la continuidad de estos proyectos.
Finalmente, sostuvo que la situación afecta al personal administrativo y logístico, quienes, debido a los bajos salarios, también buscan alternativas fuera del sistema, complicando aún más el funcionamiento de los institutos. “No veo un piso claro, parece que seguiremos descendiendo. La gente joven se va y los empleados con menor salario buscan otras opciones”, concluyó.