El regreso de MasterChef Celebrity a la pantalla de Telefe tuvo todos los condimentos: nervios, risas, reencuentros y una buena dosis de tensión. En esta nueva temporada, Wanda Nara volvió a ponerse al frente del exitoso reality, pero la gran sorpresa llegó con uno de los participantes: su exmarido, Maxi López.
Desde su ingreso al estudio, el exfutbolista se mostró entre risas y algo nervioso. Wanda, fiel a su estilo, lo recibió con humor:
—“Maxi, viniste, ¿te animaste?”
A lo que él respondió sin dudar:
—“Me animé. Si tengo que decir un nivel de nerviosismo, estoy arriba de 100”.
Pero el momento más comentado de la noche llegó segundos después. Cuando Wanda le preguntó si sabía cocinar o si seguía dependiendo de los platos congelados, Maxi lanzó una frase que desató carcajadas en el estudio:
—“Estuve casado una vez y era todo congelado”.
La respuesta generó risas entre el jurado —Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui—, los participantes y la propia Wanda, que supo seguir el juego con elegancia:
—“Ahora aprendí, sé cocinar”, retrucó entre sonrisas.
El intercambio siguió con más guiños y complicidad. “Estás mejor que yo, seguro”, bromeó Maxi, mientras Wanda se mantuvo profesional, sin perder el humor. Incluso él reconoció: “Nunca estuve con un jurado. Y no solo está el jurado… también está Wanda”.
El reencuentro televisivo entre ambos marcó un nuevo capítulo en su relación, tras años de conflictos mediáticos. Su separación en 2013 fue una de las más resonantes del espectáculo argentino, pero el tiempo logró suavizar las diferencias. Hoy, comparten un trato cordial por sus tres hijos —Valentino, Constantino y Benedicto— y se muestran más relajados frente a las cámaras.
En entrevistas previas, Wanda ya había hecho referencia con humor a la casa que le quedó tras su matrimonio con el exdelantero. “Maxi está estudiando hasta altas horas de la noche”, había dicho entre risas. Y cuando le consultaron qué pasaría si él no ganaba el certamen, no dudó en bromear:
—“Si pierde, no sé qué le puedo sacar. Los chicos ya los tengo, la casa también… no le puedo sacar nada más”.
Esa “casa” no es cualquier propiedad: se trata de la mansión de Santa Bárbara, en la zona norte del Gran Buenos Aires, que fue uno de los puntos más tensos del divorcio. Con 1800 metros cuadrados de terreno y tres plantas, la vivienda fue escenario de años de disputas legales. Finalmente, a fines de 2023, Wanda se quedó definitivamente con la propiedad, cerrando así una larga etapa
Autor
