Manes generó un revuelo en la coalición, cuando sostuvo que Mauricio Macri tiene que reflexionar, ya que su gobierno tuvo populismo institucional. Hubo operadores que manejaban la Justicia, datos y evidencia que deja en claro que espió a gente de su propio Gobierno, señaló. Lo criticaron los distintos socios de la alianza y hubo un documento de la UCR rechazando sus dichos.
Tras la crisis por sus cuestionamientos a Macri, el médico mantiene su idea de competir por la presidencia en 2023 y no contempla irse de la coalición opositora.
Para Santoro, “el sistema de medios sale a acusar a Manes de ser el que debilita la oposición siendo que esto arranca con una imputación de Macri a su principal socio político que es el radicalismo y eso a todos les pasa inadvertido”.
“Se están preparando para un gobierno que va a ser completamente diferente al que fue el de Macri. Va a ser mucho más parecido a la primera parte de la gestión del (expresidente Carlos) Menem”, advirtió.
Y opinó que el radicalismo “no tiene ninguna posibilidad de reconvertirse hacia sus orígenes” ya que tomaron la decisión “de ir a un antiperonismo bobo”.
“Lo que se esta construyendo en frente es muy peligroso para la Argentina. No es joda. Todos estos discursos conceptuales y procedimentales hablan de una mirada muy drástica y reaccionaria de la derecha argentina”, remarcó.
En tanto, llamo al FdT a “repensar” al interior de la coalición para” proponer un programa de futuro” de cara a las próximas elecciones presidenciales.
“Nosotros no nos podemos enamorar de nuestras prácticas, nos tenemos que enamorar de nuestras ideas. Después tenemos que ir viendo cómo conectar con la sociedad para construir una esperanza“, completó.
El diputado del Frente de Todos (FdT) Leandro Santoro calificó este miércoles como “desopilante” las tensiones dentro de Juntos por el Cambio (JxC), provocadas luego de que el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) se manifestara en contra a las criticas del diputado Facundo Manes al expresidente Mauricio Macri y consideró que le soltaron “la mano”.
El radicalismo, en lugar de defender a un dirigente de sus propias filas que intenta defender la historia del partido, le suelta la mano. Es verdaderamente desopilante lo que pasó.