A pesar de que a partir de allí con el desembarco de Daniel González como ministro coordinador y durante los siguientes 11 meses no se cumplió con la publicación de un precio que permita a las 25 plantas de biodiesel ser rentables, las cámaras mantuvimos el diálogo, aportamos ideas, soluciones de una nueva fórmula ante los vaivenes cambiarios, trabajamos en un nuevo marco normativo con las provincias productoras e incluso con el sector del bioetanol, completando la oferta de biocombustibles, e incluso mantuvimos productivas jornadas de trabajo con los funcionarios nacionales a los que les tuvimos que explicar la complejidad del sector porque dentro de sus filas no existían especialistas, al día de hoy no esta cubierto el puesto de Director de Biocombustibles.
Esos aportes van rindiendo sus frutos, resultado de ello y de acciones e ideas de empresas del sector fue emitida la resolución de la Secretaría de Energía 252/25 que habilitó sin restricciones el uso de biocombustibles en embarcaciones fluviales y marítimas y dentro de sus considerandos se puede leer: “el uso de biocombustibles en embarcaciones marítimas se encuentra en aumento, en tanto tienen el potencial de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero del sector marítimo”, para los defensores del ambiente hermosa afirmación. Otro signo de pragmatismo de la gestión.Asimismo de la mencionada resolución se infiere claramente que no existen ya limitaciones técnicas para su uso en la totalidad de los motores, y a pesar que se le da el carácter de uso voluntario a las navieras debemos recordar que el transporte marítimo global tendrá la obligación en 2027 de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cada buque deberá pagar si supera su cuota asignada.
Este es el preacuerdo al que llegaron más de 100 países firmantes del convenio de la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre contaminación de buques, por lo tanto una “regulación” internacional en este caso obliga a estar preparados a nuestros puertos para ofrecer biocombustibles de segunda generación para cumplir con las metas ambientales.
¿Y si copiamos lo que hacen los países líderes y con potencialidades similares?
El Gobierno del presidente Donald Trump propuso el viernes 13/6 aumentar la cantidad de biocombustibles que las refinerías de petróleo deben mezclar durante los próximos dos años, impulsada por un aumento de las exigencias de diésel a base de biomasa.
Nuevamente apareció el pragmatismo del presidente de EEUU que mientras todos esperaban una baja en los mandatos de mezcla con biocombustibles se despachó no solo con un incremento notorio sino que puso un sendero de crecimiento por los próximos dos años.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos propuso unos volúmenes totales de mezcla de biocarburantes de 24.020 millones de galones en 2026 y 24.460 millones de galones en 2027, frente a los 22.330 millones de galones de 2025.
En virtud de la Norma de Combustibles Renovables, las refinerías deben mezclar grandes volúmenes de biocombustibles en el suministro de Estados Unidos o comprar créditos, llamados RIN, a quienes lo hagan, un excelente incentivo para consumir biodiesel nacional, cerrando además la importación de biocombustibles mediante aranceles protectores.
Esta idea refuerza el énfasis de la administración Trump en la independencia energética al promover los biocombustibles estadounidenses para impulsar las economías locales y reducir la dependencia de fuentes energéticas extranjeras.
El presidente Milei tiene todo a favor para imitar la gestión Trump en cuando a los biocombustibles en general y al Biodiesel en particular:
- Capacidad instalada ociosa: Argentina puede producir en el caso del Biodiesel que se mezcla con el Gasoil fósil casi 4.000.000 tn anuales, sí casi cuatro millones de toneladas por año, saben cuanto produjo el sector en 2024 apenas 1.100.000 tn utilizando sólo el 27.5 % de la capacidad instalada, las inversiones están hechas se puede crecer ya!
- Las plantas son en su mayoría de capital nacional como en EEUU, no hay problema de giros de dividendos al exterior ni presiones extranjeras, fueron constituídas muchas de ellas como consorcios agroproductivos y se instalaron a fin de industrializar la ruralidad con un fuerte arraigo en el campo, para agregar valor a la cadena sojera y cuidar a los farmers argentinos.
- El biodiesel es la “opción” más sensata también para la transición energética de la logística de largas distancias, sobre todo con respecto a la electromovilidad ya que tenemos una geografía vasta similar a la geografía de EEUU, pero también con respecto al transporte público ya que se basan en motores a gasoil y estos no requieren ninguna modificación técnica para su uso hasta con B100 (Biodiesel al 100) con biodiesel nos ahorramos la inversión para reconvertir el parque automotor en otra alternativa.
- Para su inmediata implementación, los aumentos de mezcla no requieren nuevas inversiones, ni siquiera en infraestructura ya que se utilizan las instalaciones existentes, estaciones de servicio, mezcladoras, refinerías, etc.,y se integra y complementa perfectamente con la industria petrolera.
- La producción de Biodiesel ahorra divisas, ya que sustituye importaciones de Gasoil, Argentina no alcanza con su capacidad de refinación de fósil a abastecer la demanda que se podría cubrir con la producción local, cuidando no sólo el medio ambiente sino también los dólares que emigran por la importación.
La principal petrolera de Argentina y principal cliente de nuestras Pymes nacionales, un orgullo nacional, YPF esta orientada con el pragmatismo que creemos el presidente Milei finalmente impondrá.
La petrolera nacional firmó recientemente un memorando de entendimiento para nuevas inversiones con socios locales en Biorefinerías reutilizando instalaciones petroleras pero ahora para producir biocombustibles entre ellos SAF (combustible de aviación). La petrolera más importante marcando el camino y convencida en los biocombustibles, bien ahí.
Repetimos siempre, el sector del biodiesel quiere mirar al futuro, y el futuro en este caso es bastante simple de predecir sobre todo si tomamos de ejemplo tanto a EEUU como a nuestro principal socio comercial del Mercosur: Brasil.
Pero a Brasil, si les parece, lo dejamos para la próxima nota.