Con la voz quebrada y el alma rota, Estrella Laurta Varela habló por primera vez después del crimen que conmocionó a Córdoba.
Su hijo, Pablo Rodríguez Laurta, está detenido acusado de asesinar a su expareja, Luna Giardina; a la madre de ella, Mariel Zamudio; y al chofer que lo habría ayudado a escapar.
“Estoy deshecha. No puedo creer que haya parido a un asesino. No es la persona que yo crié”, expresó en diálogo con A24.
“Pedí que lo ayudaran y no me escucharon”
Varela contó que se enteró del crimen el mismo día, cerca de las dos de la tarde.
“Me desperté y veo llamadas perdidas y un mensaje que decía ‘lo lamento mucho, Estrella, mucha fuerza’. Primero pensé que se había suicidado, pero después me contaron lo que había pasado”, relató.
La mujer afirmó que su hijo atravesaba una profunda crisis emocional.
“Mi hijo no estaba bien. No aceptaba que Luna se hubiese ido con su mamá a Córdoba”, explicó.
Recordó además que en enero y febrero de 2024 la policía lo detuvo por desacato a la autoridad, luego de encontrarlo en el techo de la casa de su expareja.
“Fui a Córdoba, fui a su estudio de abogados, pedí que le hicieran una pericia psiquiátrica y no se la hicieron. Pedí que no lo liberaran, sino que lo llevaran a un lugar donde le pudieran dar ayuda psicológica, porque él por su cuenta no lo iba a hacer. Así terminó”, lamentó.
El odio y el dolor tras la separación
La madre del acusado habló también del resentimiento que, según ella, su hijo había acumulado tras la separación y la imposibilidad de revincularse con su hijo pequeño, Pedro, quien ahora quedó huérfano.
“El odio que acumuló los años que no pudo ver a Pedro ni sanar tras la separación, lo empezó a generar hacia Luna y Mariel. Yo siento que había un odio hacia ellas dos. Cuando lo fui a ver, no lo noté bien. No vi a mi hijo. Vi a otra persona”.
“Mi nieto está solo en el mundo”
Entre el dolor y la desesperanza, Estrella solo tuvo palabras de amor para su nieto:
“Hoy mi nieto está solo en el mundo. Sin su mamá, sin su abuela y sin su padre que asesinó cruelmente a la mamá y la abuela de mi nieto. Estoy más que desgarrada porque mi nieto es mi vida. Lo único que quiero es que él esté bien”.
Antes de concluir, dejó una reflexión que atraviesa el alma:
“¿Cómo se le explica a un niño algo así tan terrible? Lo abrazaría y le diría que la abuela está, que lo quiero y le mostraría las fotitos de cuando nos vimos. Trataría de que su vida sea lo más feliz que pueda”.