La histórica carrera Santa Fe-Rosario, una de las pruebas más emblemáticas del ciclismo argentino, regresará este domingo 14 de diciembre tras 21 años de ausencia. La edición 2025 coincide con los 100 años de su primera competencia y forma parte de la Copa Santa Fe, impulsada por el Gobierno provincial. Participarán alrededor de 160 ciclistas distribuidos en 30 equipos, recorriendo 170 kilómetros entre Santa Fe y Rosario.
El secretario de Deportes, Fernando Maletti, destacó la magnitud de la convocatoria y el nivel de los competidores: “Habrá campeones panamericanos, argentinos y de distintos países. Será la edición más numerosa que hayamos organizado”. La prueba busca fortalecer el ciclismo federado y promover la actividad en diversas localidades de la provincia.
El operativo vial será clave para garantizar la seguridad. Carlos Torres, de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), explicó que se coordinan acciones con Protección Civil, el Ministerio de Salud y municipios del corredor. La autopista permanecerá cerrada parcialmente en tres tramos mientras avance el pelotón. Más de 40 motos y autos acompañarán a los ciclistas, y un camión escoba marcará el cierre de la carrera en cada tramo antes de reabrirlo al tránsito.
En Rosario, los cortes afectarán temporalmente la Av. Circunvalación, Bv. Rondeau, Av. Puccio y Carballo hasta llegar al Parque Alem, donde estará la meta. La competencia comenzará a las 7 desde el Puente Colgante, con largada efectiva a las 8.15. Tras recorrer la autopista, los ciclistas tomarán la Circunvalación y vías urbanas hasta finalizar la prueba, que tiene una duración estimada de cuatro horas.
La primera edición de la Santa Fe-Rosario se realizó el 11 de enero de 1925, organizada por el Ciclista Moto Club Santafesino. Fueron 180 kilómetros entre Rosario y Santa Fe, completados por 16 corredores en siete horas. La prueba tuvo interrupciones en décadas posteriores y su última edición fue en 2004, con 90 participantes y triunfo de Luis Ricardo Lorenz. Su regreso este año recupera una tradición centenaria y la coloca junto a otros clásicos mundiales del ciclismo, como el Tour de Francia o París-Roubaix.
