Orlando Ferraudi, entonces de 18 años, estaba pescando una noche de agosto de 1956 en la Costanera de Buenos Aires cuando asegura que fue abordado por un ser de 1,80 metros, vestido con un traje amarillo que emitía chispas.
Según su testimonio, este ser lo invitó a subir a una nave que ya contaba con nueve tripulantes, cinco hombres y cuatro mujeres, todos descritos con cuerpos atléticos y ojos color miel.
Dentro de la nave, Ferraudi se encontró con Elena, una niña de 11 años aproximadamente, originaria de Villa Mercedes, quien había sido abducida media hora antes. Ambos fueron vestidos con trajes especiales y llevados a dar un recorrido que incluyó salir de la Tierra, pasar cerca del Sol y retornar a la superficie terrestre, sumergiéndose en el agua antes de ser dejados nuevamente en la Costanera.
El caso fue investigado por los reconocidos especialistas argentinos Eduardo Groso y Liliana Flota, quienes realizaron entrevistas detalladas y recopilaron testimonios.
Ferraudi describió cómo se le pidió retirar toda su ropa por motivos de “contaminación”, y cómo los tripulantes le proporcionaron un traje adaptado similar al suyo para el recorrido.
El testimonio del protagonista resalta por la descripción de la nave, la interacción con los tripulantes y la experiencia de observar la Tierra desde el espacio a gran velocidad. Aunque no se puede confirmar la veracidad del evento, el relato mantiene su relevancia en estudios de fenómenos aéreos no identificados en Argentina y continúa siendo un caso de referencia en investigaciones OVNI.
