Como consecuencia de las políticas de ajuste que viene implementando el Gobierno nacional, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) se declaró “en estado de alerta y asamblea permanente en todas las obras, públicas y privadas”, a nivel nacional.
A través de un comunicado, el gremio expuso que “la medida obedece a la pérdida de puestos de trabajo producto de la paralización de las obras públicas dispuesta por el gobierno nacional”, y la “desaceleración de la inversión que pone en riesgo la continuidad de las obras privadas en ejecución y su consecuente impacto en la continuidad laboral de los trabajadores y trabajadoras en actividad”.
Tras dar un sinfín de argumentos, el gremio de la construcción aclaró que “la obra privada no ha alcanzado aún niveles de actividad que compensen la drástica caída y nada indica que los privados sustituyan finalmente el rol y el financiamiento estatal en materia de infraestructura pública”.