La actividad comercial en la ciudad de Santa Fe atraviesa un panorama complejo. Según el Informe de Ventas Minoristas de agosto 2025, elaborado por el Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales, el 66,7% de los locales relevados no logró acompañar la suba del Índice de Precios al Consumidor (36,6% interanual). Apenas un 9,1% reportó facturación por encima de la inflación, mientras que un 18,2% se mantuvo en línea con ella. Incluso, un 6,1% de los comercios registró caídas nominales, lo que significa una pérdida aún más marcada en términos reales.
Los testimonios de los comerciantes reflejan la complejidad del momento: algunos advierten que “el poder adquisitivo de los consumidores sigue deprimido”, mientras que otros remarcan que, con la baja de la inflación, “las compras se programan y organizan, ya que no hay apuro por anticiparse a los aumentos”. En cualquier caso, coinciden en que la mayoría de las ventas se limita a lo indispensable.
Expectativas y futuro incierto
El relevamiento también indagó sobre la situación de las empresas: la mayoría la calificó como “regular” o “mala”, con pocas que la consideraron “buena”. Las perspectivas a un año tampoco generan entusiasmo: predominan las respuestas que anticipan un contexto igual o peor al actual, con escasas expectativas de recuperación.
Otro dato preocupante es la inversión, donde predomina la ausencia de planes de expansión o renovación significativa. En paralelo, los comerciantes reportaron baja circulación de gente en las calles, lo que impacta directamente en la demanda.
En contraste, los canales digitales muestran un crecimiento sostenido, con cada vez más comercios adoptando ventas online como complemento a la atención en mostrador.
