Un adolescente de 17 años fue detenido como acusado de participar en el crimen de un gendarme, que fue drogado y asesinado a golpes antes de ser arrojado en un aljibe de las afueras de la localidad santafesina de Roldán, a finales del mes pasado, informaron fuentes judiciales.

La detención del adolescente se produjo durante la semana en  un allanamiento realizado por la Agencia de investigación criminal (AIC), en una casa ubicada en la calle Liniers al 200 de la localidad de Roldán, 25 kilómetros al oeste de Rosario. 

El joven identificado como L.U.R. fue llevado al Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil a la espera de la indagatoria que tendrá lugar mañana en los tribunales provinciales. La acusación que recae sobre él es la de "encubrimiento agravado de homicidio", por ser partícipe del crimen del gendarme Gustavo Elorrieta (42), en cuyo asesinato también están implicados su esposa, un hijo menor de edad y dos hombres amigos de sus hijos. 

Según fuentes de la investigación, el reciente detenido habría conducido el automóvil que usaron para trasladar el cuerpo sin vida de Elorrieta hasta el aljibe en donde lo ocultaron. El fiscal Adrián Spelta explicó en una audiencia imputativa el pasado 2 de agosto que el motivo del crimen fue una nueva relación de pareja que Elorrieta inició en la Ciudad de Buenos Aires en abril pasado, a la que se trasladó para una capacitación en la Gendarmería Nacional Argentina (GNA). 

Al tomar conocimiento de la intención de ponerle fin a su relación conyugal, la esposa de Elorrieta, Mercedes Flores (47) habría comenzado a planificar el homicidio junto a su hijo A.E (17), el amigo de ambos, Mario Faetani (26) y el de su hijo, Alex Galarza (18), relató el fiscal. 

De acuerdo con la investigación, el 10 de julio pasado Elorrieta viajó a la localidad de Roldán, para visitar a sus hijos, que viven con la madre, pero nunca llegó a destino. 

A mediados de mes comenzó a investigarse su desaparición, hasta que la Policía encontró el vehículo del gendarme en un camino rural, chocado y con manchas de sangre. El viernes 29 de julio fue hallado el cuerpo de Elorrieta y el fiscal Spelta ordenó la detención de la esposa, un hijo y las otras dos personas. 

Según la teoría del fiscal, el hecho ocurrió en la vivienda familiar de la calle Larrea al 1200 de Roldán, en donde los imputados actuaron de forma conjunta, primero, drogando a Elorrieta con una sustancia anestésica para inmovilizarlo, y luego propinándole golpes en la cabeza hasta matarlo. 

Tras el crimen, los acusados y el hijo menor cubrieron el cuerpo y lo ataron "desde el cuello hacia sus extremidades inferiores" y lo colocaron el baúl del auto del propio gendarme, un Volkswagen Bora, para finalmente arrojar el cuerpo en un aljibe seco de las afueras de la ciudad, que taparon con tierra y ramas. 

De acuerdo con la acusación, cuando volvían de ese lugar y de "eliminar la evidencia", chocaron con el vehículo, que dejaron abandonado junto a otros objetos de la víctima. El fiscal sostuvo que la mujer contrató un remis para que en distintas oportunidades "la trasladara a arrojar evidencias del homicidio en diferentes zonas de Rosario y Roldán". 

La Policía ya había encontrado rastros de sangre en la vivienda familiar, antes del hallazgo del cuerpo. El 2 de agosto, durante una audiencia imputativa, la jueza admitió la acusación y dictó prisión preventiva por dos años a Flores, Faetani y Galarza por homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por la participación de cuatro personas. 

Además, un adolescente de 17 años, hijo de Encina, está a disposición de la jueza de Menores Mussa, alojado en dependencias del Centro Especializado en Responsabilidad Juvenil (Cerpj).