El canciller Pablo Quirno afirmó este sábado que la Argentina impulsa una mayor flexibilización dentro del Mercosur para acelerar acuerdos comerciales y evitar que las demoras internas del bloque sigan limitando oportunidades estratégicas. Las definiciones las realizó tras la cumbre del Mercosur en Foz de Iguazú, que marcó el cierre de la presidencia pro témpore de Brasil y el inicio del mandato de Paraguay.
Según explicó el funcionario en declaraciones radiales, la postura argentina no implica un cuestionamiento al Mercosur como herramienta de integración, sino una adaptación a la dinámica actual del comercio global. “El Mercosur tiene un potencial tremendo, pero hay momentos en los que los tiempos no se adecúan a las necesidades de los países”, señaló, al justificar la búsqueda de mecanismos más ágiles para cerrar acuerdos.
En ese marco, Quirno respaldó los cuestionamientos del presidente Javier Milei a la “burocracia del Mercosur” y advirtió que existen trabas intra-bloque que ralentizan negociaciones clave. Como ejemplo, mencionó el acuerdo con la Unión Europea, cuya negociación se extiende desde hace más de 25 años sin lograr una firma definitiva.
Respecto del entendimiento con la Unión Europea, el canciller sostuvo que el acuerdo estuvo en condiciones de firmarse, pero que factores políticos internos en Europa impidieron avanzar en esta etapa. Según detalló, el bloque europeo solicitó un plazo adicional, que ahora apunta a enero, para completar sus procesos internos.
“Si después de 26 años podemos esperar unas semanas más, lo haremos, pero la pelota hoy está del lado de Europa”, afirmó Quirno. En ese sentido, remarcó que una nueva postergación implicaría una pérdida de oportunidades mayor para la Unión Europea que para el Mercosur, en un contexto en el que el bloque sudamericano concentra un mercado relevante y en expansión.
El canciller subrayó que se trata de economías complementarias, en las que Europa necesita energía y productos agrícolas, mientras que el acuerdo permitiría reducir aranceles, mejorar la competitividad y ampliar el comercio bilateral, con beneficios directos para los consumidores de ambos bloques.
Más allá de la negociación con la UE, Quirno destacó que el Mercosur mantiene tratativas con múltiples países y regiones, entre ellos Japón, Vietnam, India, Indonesia, Emiratos Árabes, Canadá y el Reino Unido, además de un acuerdo recientemente cerrado con un bloque europeo por fuera de la Unión.
En ese escenario, insistió en que la Argentina promueve espacios de flexibilidad que permitan avanzar en acuerdos bilaterales, cuando los consensos internos del Mercosur retrasan definiciones. “Hay países que quieren firmar con el Mercosur y, si no logramos avanzar, necesitamos mecanismos que nos permitan no perder esas oportunidades”, explicó.
Venezuela
En el plano político, el canciller ratificó la posición firme del Gobierno argentino contra el régimen de Nicolás Maduro, al que volvió a calificar como una dictadura narcoterrorista, y aseguró que existe una mayoría de países del Mercosur que repudia la situación en Venezuela, aunque aclaró que no se trata de una postura formal del bloque en su conjunto.
Quirno recordó que Maduro enfrenta acusaciones judiciales en Estados Unidos, con pedidos de captura vigentes, y destacó el respaldo regional a María Corina Machado, en el marco de los reclamos por una normalización democrática en el país caribeño.






















