El gobierno nacional mantuvo los subsidios a las compañías petroleras que extraen gas no convencional en Vaca Muerta pero congeló la cantidad de beneficiarios y limitó el volumen de producción a subsidiar. La medida busca aliviar un costo fiscal estimado en 1.500 millones de dólares pero abre al mismo tiempo un frente de tensión con un importante aliado de la administración de Mauricio Macri, el grupo Techint. La compañía de la familia Rocca recibe el 70 por ciento de los desembolsos de ese plan de estímulo. Pese a que desde el Ejecutivo ofrecen "compensarlo" con la construcción del gasoducto entre Neuquén y Rosario, el grupo ya anunció que revisará sus inversiones y no descartó acciones judiciales (ver aparte).
El gobierno nacional dejó firme la resolución 46, rubricada por el ex ministro de Energía Juan José Aranguren a principios de 2017 y por la cual el Estado aseguraba un precio estímulo de 7,5 billón de BTU, el doble del de mercado, por las nuevas producciones de gas no convencional en Vaca Muerta.
Ocho compañías, de 16 proyectos presentados, cobraban ese incentivo. Tecpetrol, la petrolera del grupo Techint, era la que más fondos recibía merced a la inversión que comenzó a realizar en 2017 en el área de Fortín de Piedra.
La resolución de Aranguren había reemplazado al Plan Gas que creó en 2013 el ex ministro de Economía Axel Kicillof para impulsar la producción de hidrocarburos y las inversiones en Vaca Muerta. Ese programa aseguraba el precio estímulo de u$s 7,5 por unidad a toda la producción que excediera la que se había logrado en 2012. Incluía también un precio diferencial para la producción de gas convencional "nueva".
La administración macrista continuó con los subsidios pero con algunos cambios de criterio. En el caso del gas convencional, directamente duplicó el precio promedio a 5 dólares para los productores, sin atarlo al aumento de la producción. De hecho, en ese segmento hubo una caída de los volúmenes extraídos. En el caso de Vaca Muerta, sostuvo el beneficio para los nuevos proyectos de modo que las compañías que estaban operando desde antes, como YPF, fueron perdiendo participación en el esquema de incentivos a manos de Techint.
En 2018, a partir de las condiciones de reducción del déficit fiscal primario que impuso el FMI a cambio del salvataje de 57 mil millones de dólares para que el gobierno nacional no entre en default, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reclamó reducir ese gasto. Esa intención abrió una disputa dentro del oficialismo que influyó en la abrupta salida de Javier Iguacel a fines del año pasado.
Su sucesor, Gustavo Lopetegui, exploró una alternativa que finalmente presentó ayer a las petroleras. Mantiene hasta 2021 el plan de estímulos dispuesto por Aranguren pero establece limitaciones. Por un lado, lo congela a los ocho proyectos ya aprobados. Por otro, dispondrá las compensaciones sobre los volúmenes de producción correspondientes a la "curva original".
El caso de Techint es ejemplar para este esquema. La compañía puso en marcha un plan de inversión de 2.300 millones de dólares en Fortín de Piedra, del que ya ejecutó u$s 1.800 millones. El programa de producción original fue de 8,5 millones de metros cúbicos por día, pero en 2018 duplicó ese volumen. Con la nueva medida, sólo cobrará subsidios por 8,5 millones de metros cúbicos.
El grupo Rocca puso el grito en el cielo. El propio presidente Mauricio Macri, en el momento en que Paolo Rocca quedó en el ojo de la tormenta por la "causa de los cuadernos", participó junto al jefe de Techint en la inauguración de nuevas instalaciones en Vaca Muerta.
La secretaría de Energía defendió la solución y también los resultados del régimen de subsidios dispuesto por la resolución de Aranguren.
"Los números nos demuestran que la resolución 46, de marzo de 2017, sobrecumplió su cometido ya que la producción de gas no convencional creció un 39 por ciento en 2018 y lo seguirá haciendo este año".
Funcionarios del área explicaron que el gobierno va a respetar "la curva original de compensaciones, manteniendo los ocho proyectos de inversión aprobados en su momento sin incorporar nuevos inversores".
Para compensar la avidez de negocios de las compañías involucradas, la cartera anunció que se llamará a licitación para la construcción de un gasoducto troncal desde la cuenca neuquina. Se trata de una vieja iniciativa que cristalizó en un acuerdo crediticio con el gobierno de EEUU durante la cumbre del G-20. Es una obra de u$s 2 mil millones en 18 meses, y se rumorea que Techint es firme candidato para encabezar los trabajos.
Además de Tecpetrol, reciben el plan CGC, YPF, PAE, Total, Wintershall, Pampa y Pluspetrol.