En medio de una nueva protesta ciudadana en Chile, un tanque de Carabineros atropelló y aplastó contra otro carro a un manifestante, quien sufrió fracturas en la cadera y permanece internado.
El viernes fue una nueva jornada de violencia con epicentro en la Plaza Baquedano -más conocida por su anterior denominación de Plaza Italia-, donde varias personas traspasaron los sucesivos cercos policiales y forzaron a piedrazos el repliegue de los efectivos policiales.
Carabineros volvió a la carga contra los manifestantes y arrojaron grandes cantidades de gases lacrimógenos para dispersarlos. En uno de los momentos más duros de la represión, uno de los tanques embistió a un hombre y lo aplastó contra otro carro.
El joven afectado fue atendido en primer momento por sus compañeros, pero luego fue trasladado a la exPosta Central, donde un equipo médico constató que sufrió una fractura de pelvis, según el Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile.
El intendente de la Región Metropolitana de la capital chilena, Felipe Guevara, lamentó el hecho y prometió "investigar y abordar los protocolos pertinentes para casos como este lamentable episodio".
El jefe regional señaló que "imágenes como las del joven impactado en Plaza Italia no dejan a nadie indiferente". "Como gobierno y sobre todo como intendente lamento profundamente lo ocurrido y le envío fuerza a él y su familia", dijo.
"Buscaremos aclarar las causas, el contexto en el que ocurrió el atropello, y sobre todo, seguiremos trabajando en restablecer el orden público, sin más civiles ni policías heridos", finalizó.
El director de la División Americas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, se refirió en duros términos al episodio al compartir el video y volvió a condenar la represión en las protestas. "¿De qué sirven las charlas sobre Derechos Humanos que se dan los Carabineros si en la calle siguen actuando con brutalidad extrema?
Los autores materiales y los mandos a cargo de la operación deben ser destituidos y sancionados penalmente. Si eso no ocurre y pronto, continuarán los abusos", expresó en Twitter.
Tras casi una hora de enfrentamientos, los manifestantes rompieron las vallas metálicas y lograron superar a los policías, quienes tuvieron que retroceder a calles aledañas. Ya en el lugar, rebautizado al calor de estas manifestaciones como plaza de la "Dignidad", plantaron una bandera chilena.
Otro pequeño grupo de manifestantes marchó al oeste hacia la avenida Alameda -la principal arteria del centro de Santiago- hasta llegar al frente del palacio gubernamental de La Moneda, donde lanzaron piedras a la policía. Ya por la noche, grupos radicales armaron barricadas en la Alameda y las prendieron fuego.
Las manifestaciones tradicionalmente son más concurridas en Plaza Italia los viernes, aunque asisten menos personas que en protestas anteriores. En ese lugar las movilizaciones llegaron a congregar a más de un millón de personas en el marco de esta crisis -la peor desde que Chile retornó a la democracia en 1990- que dejó 24 muertos y miles de heridos. (Reuters; AFP y Télam)