Héctor Espinosa es santafesino y relató por LT9 cómo fue tocar suelo malvinense el 1 de abril como miembro de la Agrupación del Comando Anfibio de la Marina Argentina en la operación militar especial que dio inicio al conflicto bélico con las fuerzas de ocupación británicas.

En diálogo con LT9, el excombatiente dijo que partieron desde el continente sin saber hacia dónde se dirigían: "Cuando salimos a navegar nos dijeron que era un caso real en el Sur. Lo primero que pensamos era por el conflicto limítrofe con Chile. El 31 de marzo el almirante Busser hizo una arenga por el altoparlante de todos los buques de la flota y nos dijo que el caso era recuperar las Malvinas".

"Embarcamos el 28 de marzo en la Santísima Trinidad. El 31 ya estábamos en zona de aproximación a las Malvinas, y el 1 de abril a las 21:30 horas iniciamos el desembarco en botes neumáticos. Creo que nuestro comandante tenía conocimiento de la operación antes de salir a zarpar, pero se mantenía en secreto hasta estar en zona. Yo tenía 24 años, para 25 porque cumplo en mayo. Era suboficial subalterno, cabo primero y comando anfibio", contó en diálogo con Adrián Brodsky, Leonardo Botta y Celina Pérez. 

Espinosa participó del golpe a la sede del Gobernador de ocupación británico ubicada en Puerto Argentino. "El 1 de abril a la noche el mar estaba bastante agitado, había olas de entre 3 y 4 metros de altura. Como la Santísima Trinidad era de guerra y no de desembarco, teníamos que descender por los costados en botes, y por una cuerda bajar los equipos. Pero cuando la ola venía, los botes se metían debajo de la fragata", recordó.

"Una vez que llegamos a tierra, estábamos divididos en tres columnas. Los ingleses nos estaban esperando donde nos imponían desembarcar. El comandante mandó un kayak con dos hombres para verificar si era posible desembarcar. Cuando llegaron, nos hicieron señas con luz roja porque no se podía desembarcar, nos estaban esperando así que fuimos hasta otra playa", dijo sobre esos primeros pasos en Malvinas. 

El excombatiente indicó que en un primer momento no fueron detectados porque cambiaron el lugar de desembarco. "Recién nos detectaron cuando estábamos sobre los objetivos y empezamos a atacar". Uno de estos era la casa del Gobernador, el otro era el cuartel de la Marina británica y el restante era el faro de la pista aterrizaje", contó. 

"Cuando llegamos al cuartel de la Royal Marine nos dimos cuenta que estaba vacío, era un bloof. Ahí escuchamos que estaban combatiendo en la Casa del Gobernador nos replegamos hacia allí. Llegamos y el capitán Pedro Giachino ya estaba herido de muerte". Este último fue la primera víctima fatal de la Guerra desatada por la dictadura en 1982. 

"Además teníamos órdenes de no tirar a matar. No teníamos que producir bajas. La orden era: 'no producir bajas en el enemigo aún a costa  de la propia vida'. Era para no provocar reclamos diplomáticos. Políticamente era otro nivel. Fue la primera operación hecha en el mundo en donde un grupo comando toma los objetivos y no produce bajas en el enemigo", aseguró Espinosa. 

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