Este viernes, la provincia de Santa Fe celebra la jura de su nueva Constitución, un hito que, según expertos, busca “blindar la salud institucional a largo plazo” y generar mejores políticas públicas para los ciudadanos. Mariano Bär, abogado constitucionalista, participó activamente del proceso y destacó: “Nadie tiene que esperar que le cambie la vida de un día para el otro, pero en el mediano y largo plazo, la política podrá responder mejor a las necesidades de la gente”.
Bär resaltó el carácter dialógico del proceso: “La Constitución no estaba escrita, había que escribirla en un proceso donde se tengan en cuenta todas las funciones para darle legitimidad al instrumento”. Asimismo, explicó que las cláusulas transitorias, algunas con efectos inmediatos y otras con plazos legislativos, permitirán organizar la transición de nuevas instituciones, como el Ministerio Público extra poder.
La reforma incluye la consagración de la autonomía municipal y la posibilidad de dictar cartas orgánicas en ciudades como Santa Fe y Rosario. Bär recordó la relevancia histórica de la provincia en este tema: “Hasta ayer, Santa Fe fue protagonista en todo el proceso de autonomía municipal del país, pero no tenía consagrada su autonomía. Hoy la tiene”.
Respecto al reparto del poder, el constitucionalista explicó que “el poder legislativo salió fortalecido, asume nuevas atribuciones de control y legislación, y será más democrático”, mientras que “el poder judicial quedó más acotado, pero cumple su rol de control de legalidad”. Además, señaló la aparición de un “nuevo actor en el reparto del poder: el poder popular, a través de plebiscitos, referéndum, iniciativas populares y la revocatoria de mandatos”.
Bär concluyó que, pese a que “nadie está del todo conforme, tampoco están todos enojados”. La nueva Constitución representa un avance respecto a la versión de 1962 y sienta las bases para un Estado más moderno, participativo y equilibrado.
