El INDEC publicó recientemente los datos de pobreza correspondientes al primer semestre de 2025, mostrando una caída significativa respecto a períodos anteriores.
En diálogo con la Nueva Nueve, el economista e investigador de la Universidad Nacional de La Plata, Lepoldo Tornarolli sostuvo que en base al método de medición del Indec la baja “era esperable”, pero se reconoció sorprendió por la magnitud, “fue mayor de lo que yo hubiera esperado”.
Los porcentajes que compartió el Instituto Nacional de Estadística y Censos, según el especialista se debe en parte a que la inflación de la canasta de pobreza fue más baja que la inflación general: durante el primer semestre, la canasta subió 12,2%, mientras que la inflación total alcanzó el 17%. A esto se suma que la actividad económica creció levemente en el mismo período, alrededor de un 3,5% respecto al semestre anterior, lo que también ayudó a reducir la pobreza.
¿Cómo mide el INDEC la pobreza?
Tornarolli explicó que el INDEC utiliza un método de pobreza por ingresos, que compara los ingresos de los hogares con el costo de una canasta básica de bienes y servicios.
El economista señaló que “es un método bastante general, se aplica con criterios normales, pero tiene sus limitaciones que podrían mejorarse o actualizarse”. Además, advirtió que este método “no está pensado para contextos de alta volatilidad como el argentino, cuando la inflación sube de golpe, la pobreza parece aumentar exageradamente, y cuando la inflación empieza a bajar, ocurre lo contrario”.
Otro factor que limita la medición es la demora en la actualización de la canasta. Tornarol advirtió que “estamos usando una canasta basada en el consumo de los hogares de 2004-2005, cuando ya se podrían haber actualizado con datos de 2017-2018”. En esta línea, catalogó al Indec de “tradicionalmente burocrático y lento” para implementar estos cambios.
Persistencia de la pobreza estructural
Independientemente de la baja coyuntural, Tornarolli enfatizó en el caracter estructural de la pobreza en Argentina, y reconoció la importancia de analizar otros aspectos fundamentales en la construcción de las personas como las dimensiones de carencias o bienestar de los hogares.
El economista también destacó la situación del mercado laboral, como una de las aristas claves para entender este escenario. En este sentido, evidenció que “en los últimos diez o quince años, se ha mantenido bastante estancado, no tenemos saltos altos en el desempleo, pero tampoco se genera empleo privado registrado, sobre todo empleo asalariado”.
Incertidumbre económica y perspectivas
Respecto al futuro, Tornarolli advirtió que la economía sigue siendo muy volátil, en gran parte por la influencia de intereses internacionales, y que los resultados de las elecciones tendrán un impacto en la pobreza. Según explicó, “normalmente esto no sería un problema en otro país, pero Argentina es muy volátil, los resultados de las elecciones del próximo mes seguramente tendrán un impacto en la economía”.
Sobre el reciente acuerdo con Estados Unidos por un swap de 20.000 millones de dólares, Tornarolli que en el corto plazo la medida ayudó a frenar la volatilidad, aunque advirtió que no se puede depender de más deuda para resolver los problemas internos, “ahora dependemos de nosotros mismos, la clave es volver a crecer. Sin crecimiento, es imposible reducir la pobreza”, concluyó.
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