La Reserva de Colón vivió una tarde de frustración en el estadio Brigadier Estanislao López. El equipo dirigido por Martín Minella cayó 2-1 ante Boca Juniors por la 15ª fecha de la Zona A de la Copa Proyección, en un encuentro que lo tuvo como protagonista en el inicio, pero que terminó con el Xeneize festejando gracias a su contundencia.
El Sabalero arrancó con determinación y rápidamente encontró la ventaja. A los 5 minutos del primer tiempo, Iván Ojeda capitalizó una gran jugada colectiva y definió con precisión para poner el 1-0. Ese gol ilusionó a los santafesinos, que mostraron orden y buen manejo de pelota durante gran parte de la primera mitad.
Sin embargo, Boca fue creciendo con el correr de los minutos. El equipo visitante empezó a ganar terreno en el mediocampo y a los 36 minutos consiguió el empate a través de Gonzalo Gelini, que aprovechó un rebote dentro del área para establecer el 1-1 antes del descanso.
En el complemento, el Xeneize mantuvo la presión y golpeó en el momento justo. A los 7 minutos, Joaquín Ruiz apareció libre por el sector izquierdo y, con una definición certera, marcó el 2-1 que resultaría definitivo. Pese a los intentos del conjunto local por revertir el marcador, Boca se mostró sólido en defensa y controló los tiempos hasta el final del partido.
El resultado dejó a Colón en una situación complicada en la tabla. Con cuatro puntos menos que Argentinos Juniors —último clasificado a los octavos de final—, el elenco santafesino deberá sumar prácticamente todo lo que queda si quiere mantener sus aspiraciones de avanzar en el certamen. En el medio de la tabla se ubican Barracas Central, Estudiantes e Independiente Rivadavia, lo que refleja lo ajustada que está la lucha por los cupos.
Por su parte, Boca volvió a demostrar por qué es uno de los grandes candidatos al título. Con esta victoria, el equipo juvenil xeneize se subió a la cima del grupo, superando a Belgrano y consolidando su liderazgo en la Copa Proyección.
Para Colón, el desafío será recomponerse rápido y recuperar el nivel mostrado en el inicio del encuentro. La ilusión sigue viva, pero los márgenes de error se achican.
