En un Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos vacío pero cargado de tensión, Lanús dejó escapar una victoria que parecía encaminada y terminó igualando 2-2 frente a Universidad de Chile, por la ida de las semifinales de la Copa Sudamericana. El equipo argentino, que mostró solidez en gran parte del partido, no pudo sostener la ventaja y deberá definir su destino en casa.
Desde el arranque, el conjunto de Mauricio Pellegrino impuso condiciones. Presionó alto, manejó la pelota con criterio y aprovechó los desacoples defensivos del local. A los 24 minutos, Rodrigo Castillo abrió el marcador tras una presión exitosa y una definición precisa por encima del arquero. Poco después, el propio delantero firmó su doblete luego de una gran maniobra individual de Eduardo “Toto” Salvio, que dejó servida la jugada para el 2-0 parcial.
Con esa diferencia, Lanús se mostró sólido, compacto y con autoridad. Sin embargo, en el complemento, el conjunto chileno cambió la actitud y fue decidido a buscar el descuento. A los 62 minutos, el argentino Lucas Di Yorio, recién ingresado, aprovechó su primera intervención para poner el 1-2 y encender la esperanza azul. La “U” fue por más y estuvo cerca de empatarlo con un potente remate de Javier Altamirano que dio en el travesaño.
Lanús tuvo también su oportunidad para liquidar la historia, pero el arquero Gabriel Castellón respondió con una atajada clave que evitó el tercero. Cuando el partido se moría, una mano en el área le dio al local la chance de igualar desde los doce pasos. Charles Aránguiz no falló y decretó el 2-2 final, desatando el desahogo en el banco chileno.
El empate deja a Lanús con una sensación agridulce: fue superior en gran parte del encuentro, pero no logró cerrar el resultado. La revancha será la próxima semana en La Fortaleza, donde el Granate buscará hacerse fuerte ante su gente y meterse una vez más en la final continental.
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