El Gobierno Provincial lleva adelante un proceso integral de transformación de La Esmeralda, un espacio emblemático de la ciudad de Santa Fe que se convertirá en el Centro de Rescate, Investigación e Interpretación de Fauna Silvestre (Criif).
Esta iniciativa forma parte del programa Biodiversidad para la Acción Climática, financiado a través de un crédito internacional de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y ejecutado por una unidad interministerial del Gobierno Provincial. El proyecto busca consolidar un nuevo paradigma en materia ambiental, donde el bienestar animal, la conservación de la biodiversidad y la educación ambiental sean los ejes centrales de un espacio abierto, moderno y de referencia nacional.
Apuesta a la protección de la fauna y el medio ambiente
La vicegobernadora, Gisela Scaglia y el ministro de Ambiente y Cambio Climático, Enrique Estévez, recorrieron las instalaciones donde en la etapa 1 se invertirán $ 2.401 millones, y culminará en el último bimestre del 2025. “Es una apuesta muy grande de obra pública que tiene el Gobierno de Santa Fe para el rescate de animales, su tratamiento y posterior devolución a su hábitat”, pero a su vez, la “educación ambiental en los chicos en las escuelas para proteger nuestra fauna silvestre, nuestros animales y sobre todo el ecosistema”, aseguró Scaglia.
En este tramo se construyen áreas de cuarentena, administración, capacitación, un salón de usos múltiples, reservorios y espejos de agua para fauna, mientras que las etapas posteriores prevén una clínica veterinaria, un centro de innovación climática y espacios para turismo educativo y conservación de fauna.

Esta infraestructura representa una apuesta del Estado provincial por una gestión ambiental moderna, sustentable y articulada con el desarrollo local. “Queremos mostrarle a la sociedad cuál es nuestra fauna autóctona, como cuidarla y hacer que las personas dejen de comprar animales silvestres, dejen de pensar que pueden ser mascotas, y por el contrario, que vivan en su hábitat y los que no puedan hacerlo, los vamos a cuidar y rescatar en La Esmeralda”, agregó la vicegobernadora.
“Estamos trabajando para mejorar nuestra biodiversidad, nuestros ecosistemas, como llevar obra pública para que la gente se pueda acercar a los humedales, a los parques provinciales y nacionales”, reconoció Scaglia, por lo cual desde el gobierno santafesino “queremos dar las condiciones y que La Esmeralda pueda ser un lugar donde mostremos que la inversión va al cuidado y protección de nuestro ambiente”, subrayó.
Espacio de investigación y educación ambiental
El nuevo Criif La Esmeralda se enmarca en una visión integral que combina la conservación in situ y ex situ, la investigación científica y la formación ciudadana. Su propósito es generar conocimiento, rehabilitar y reinsertar animales silvestres en sus hábitats naturales y ofrecer a la comunidad un espacio de aprendizaje y reflexión sobre el valor de la fauna nativa. Las actividades de educación ambiental y divulgación científica serán ejes transversales, con visitas guiadas, programas pedagógicos y acciones de concientización sobre los ecosistemas locales. “Le vamos a devolver a la ciudad y toda la región la posibilidad de disfrutar del espacio de investigación y educación ambiental donde vamos a garantizar mejores condiciones para los animales que están de manera transitoria o los que deban permanecer en este ámbito”, afirmó Estévez.
“La Esmeralda es reconocida a nivel Latinoamericano y a nivel mundial por su profesionalismo, por los antecedentes de investigación científica y por los distintos protocolos de trabajo y rescate en toda la provincia, y eso lo queremos poner en valor”, cerró el ministro.
Otros avances
En paralelo, La Esmeralda amplía su alcance a nivel nacional mediante convenios de colaboración con otras provincias y organismos. Uno de ellos es el firmado con el Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza, que permite la derivación de animales con distribución natural en Santa Fe para su tratamiento y reintroducción. Además, la instalación de un nuevo destacamento de la Policía Ecológica en el predio fortalece las capacidades de control y respuesta ante emergencias vinculadas a la fauna silvestre.
Con esta transformación, La Esmeralda recupera su valor histórico y social, se reinventa como un espacio de innovación ambiental y educativa, y se proyecta como modelo de acción climática para la región y América Latina.
