La convencional Alicia Azanza expresó su malestar por el desarrollo de la comisión que trató los cambios en el Poder Judicial dentro de la reforma constitucional.
En exclusiva para La Nueva Nueve, la legisladora provincial cuestionó la presentación a contrarreloj del dictamen por parte del bloque Unidos, y sostuvo que esta demora complicó la discusión y evidenció la falta de debate real en el proceso.
“Después de varias semanas de trabajo, el día jueves en los dictámenes había tiempo para presentarlos hasta el viernes a medianoche. El jueves, hasta las 9 de la noche, no estuvo el dictamen de Unidos, o sea que más vergonzoso imposible”, denunció Azanza.
La convencional detalló que muchas de las audiencias convocadas fueron “dilatorias y muchas innecesarias”, y cuestionó la estrategia de Unidos: “No sé si es que no se ponían de acuerdo o quisieron ponerlo sobre la mesa a último minuto para que los opositores hagamos como hacemos en este gobierno, firmar un contrato de adhesión a última hora”.
Azanza también señaló que, pese a ciertos avances en la independencia formal del Ministerio Público y del Servicio de Defensa, “las cabezas, sus titulares, las elige el Poder Ejecutivo”, y que la reforma no modificó sustancialmente la composición del Consejo de la Magistratura.
Sobre la falta de consenso, la convencional fue contundente: “O sea, el consenso que yo le preguntaba al inicio de la entrevista no se pudo lograr o no se quiso lograr”. Además, añadió que la presentación tardía del dictamen obligó a la oposición a actuar con rapidez: “El texto se conoció el jueves a las 9 de la noche, a mí me lo pasaron por WhatsApp”.
Azanza concluyó su evaluación con un sentimiento de frustración: “Siento que perdí porque trabajé mucho, pero nos obligaron a adherirnos a algo que no habíamos visto”.