El Concejo Municipal de Santa Fe aprobó hoy la versión final de la bandera de la ciudad. Comienza ahora la etapa de fabricación tanto de aquella que se utiliza para ceremonias como la de mástil. La Municipalidad avanza en esa gestión con la firme intención de que sean manos santafesinas las que puedan coser y bordar el símbolo que representará a la capital provincial.
Para llegar a este punto, en 2024 se convocó a la ciudadanía a participar en el concurso «Una bandera para la ciudad». La iniciativa reunió propuestas que expresaban distintas miradas sobre la identidad santafesina. De ese conjunto, el jurado seleccionó tres finalistas que fueron sometidas a votación virtual por parte de la comunidad. Concluido este proceso participativo, mediante un acta formal, se proclamó la bandera ganadora. Su autor fue Jeremías Martínez de Mattia.
En el decreto reglamentario, se destacó previamente que el Ejecutivo Municipal debía disponer “la realización de todas aquellas adecuaciones que garanticen la reproducción técnica, adaptabilidad del diseño a diferentes tamaños, materiales y medios de reproducción”, siempre “respetando las características del diseño y originalidad de la propuesta ganadora”.
Este trabajo de readecuación se propuso preservar la esencia histórica que dio origen al símbolo y, a su vez, optimizar su legilibilidad, equilibrio visual y adaptabilidad a distintos formatos, sin alterar su esencia simbólica ni los valores identitarios que la inspiraron. En el marco de este proceso se trabajó también con la participación y el asesoramiento de especialistas, tales como María Laura Olcina, licenciada en Diseño de la Comunicación Visual y docente de FADU-UNL; Matías Bonfiglio, artista visual, docente y gestor cultural; y el vexilólogo Miguel Carrillo, para que la bandera cumpla con todas las características necesarias.
También se reunió una vez más al autor del diseño original y a los jurados del Concurso, para presentarles los avances y obtener sus devoluciones, teniendo en cuenta que en sus personas se encontraban representados los principales ámbitos académicos y profesionales de la ciudad, con conocimiento específico sobre la materia.
Era un paso fundamental que la bandera de la ciudad, que ahora se encamina a su etapa de materialización, cuente con el consenso y aprobación ciudadana e institucional.
