Este martes ocurrió un nuevo hallazgo del cuerpo de un cetáceo de 10 metros de longitud con avanzado estado de descomposición debajo del puente de Zárate-Brazo Largo, en el Río Paraná. Esta es la tercera ballena encontrada en las últimas dos semanas.
El hallazgo activó un operativo que lideró la Prefectura Naval Argentina, y contó con la participación de la Dirección Nacional de Fauna Silvestre y especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que actualmente buscan determinar las causas de la muerte y dirigen los pasos a seguir para la remoción del cuerpo.
Las autoridades no confirmaron la especie del cetáceo aunque se presume que se trata de una ballena jorobada. Peritos y biólogos realizan estudios para establecer si el deceso se debió a una colisión con embarcaciones, a una enfermedad o a condiciones meteorológicas adversas en mar abierto.
La primera ballena había sido encontrada el pasado 9 de julio a la altura de Vicente López y se trataba de un ejemplar Sei. En ese caso, también se activó un protocolo de emergencia por parte de Prefectura Naval y Defensa Civil luego de recibir un aviso a través de la línea náutica.

El cuerpo yacía a la altura del kilómetro 18 del canal costero y era visible desde el paseo costero debido a la proximidad del animal con la orilla. La corta distancia facilitó la intervención inmediata de las autoridades.

Otro cetáceo de la misma especie de dos años de edad fue hallado el 14 de julio en la Costanera Norte de la Ciudad de Buenos Aires, en cercanías del Parque de la Memoria. Pescadores de la zona de Tierra Santa dieron el aviso luego de advertir la presencia del animal durante la tarde.
Las ballenas de esta especie habitan en aguas abiertas, templadas y profundas y suelen trasladarse y migrar por mar abierto. Por lo que en muy pocas ocasiones se las observa en estuarios, ríos o costas bajas como las del Río de la Plata.
Hasta el momento, los especialistas no lograron determinar la causa de las muertes de los tres cetáceos.
