El pacto, firmado en Turnberry, desactiva la amenaza de Washington, que había otorgado a Bruselas como plazo máximo el 1 de agosto para evitar que Estados Unidos aplicara un 30% de aranceles generalizados a las exportaciones europeas a partir de esa fecha.
Desde abril, Estados Unidos mantiene un arancel mínimo del 10% a las exportaciones europeas, una cifra que inicialmente iba a ser del 20%, pero que la administración estadounidense redujo a la mitad como gesto de tregua durante la negociación. Los detalles económicos del nuevo acuerdo todavía no se han difundido.
En la reunión previa al acuerdo, Trump dejó en claro que los aranceles europeos no quedarían por debajo del 15%, una posición que las autoridades comunitarias ya contemplaban como posible. A la vez que señaló que los productos farmacéuticos quedarían excluidos del acuerdo.
Estados Unidos mantiene el 1 de agosto como fecha límite para la entrada en vigor de los nuevos aranceles aplicados a decenas de socios comerciales. De tal manera, productos importados de países como Canadá, México, Japón, Brasil, Corea del Sur, Camboya y Bangladesh enfrentarán tarifas diferenciadas, con gravámenes que varían entre el 25% y hasta el 50%, de acuerdo con el país y el sector.
Hasta este domingo solo Gran Bretaña, Vietnam, Indonesia, Filipinas y Japón habían firmado acuerdos comerciales con Estados Unidos, aceptando niveles arancelarios superiores al 10% general, aunque lejos de los máximos previstos para naciones que no logran pactos.
El esquema gubernamental prevé aranceles del 50% para Brasil, 35% para Canadá, 30% para México, y 25% para Japón y Corea del Sur. Por su parte, Camboya y Bangladesh, proveedores clave de ropa, se encontrarán con tarifas del 36% y 35%, respectivamente.
