El padre Marcelo Blanche, párroco de la Basílica de Guadalupe, aseguró que el tradicional festival “siempre sorprende” y destacó el trabajo de la nueva comisión para sostener una propuesta que une fe, cultura y solidaridad.
Del 16 al 18 de enero habrá música, baile, salida de la Virgen y colectas para hospitales y familias.
A poco de cumplir su primer año al frente de la Basílica de Guadalupe, explicó que su balance recién llegará el 19 de enero, cuando termine el Festival.
“Cada día aparece algo nuevo”, dijo sobre el movimiento que rodea a uno de los encuentros culturales y religiosos más grandes de Santa Fe.
Tres noches, una ciudad en movimiento
El festival se realizará del viernes 16 al domingo 18 de enero, con una organización completamente renovada.
La nueva comisión comenzó por revisar la situación económica, reunió apoyos del municipio, la provincia, la Legislatura y empresas locales, y consolidó los recursos para garantizar el desarrollo del evento.
Blanche subrayó que, además del escenario y la grilla de artistas, habrá un fuerte perfil solidario.
En las tres noches se colocarán alcancías para pañales destinados al Hospital de Niños y la neonatología del Iturraspe.
Además, la Cámara de Supermercadistas habilitará carritos para quienes deseen donar alimentos no perecederos para Cáritas.
La grilla artística
El viernes 16 conducirán el Negro Fulco y el Negro Velázquez, con la presencia de Ecos de la Tierra, Saigo, Diego Arolfo, Leandro Gutiérrez y su conjunto, Dayana Colamarino y el malambista Itaidonda.
El sábado 17 estarán Fulco y Florencia Ruiz, con el Ballet de Raíz, Luciana Bianchotti, La Juntada, Mario Díaz, Los del Portezuelo y La Banda Mágica.
El domingo 18 volverán Fulco y Ruiz, con un cierre que incluirá a Fabricio Rodríguez, el Ballet Peña de Itatí, Monchito Merlo, Marcos Castelló y María Emilia Soto.
Cada noche tendrá dos postales características: la salida de la Virgen y el canto del Himno a Guadalupe, que Blanche definió como “un colorido que une la fe con lo cultural”.
Guadalupe, un lugar que excede al barrio
El sacerdote contó que este tiempo le permitió descubrir dimensiones que van más allá del trabajo parroquial cotidiano.
“La Basílica es un ámbito de encuentro”, dijo al mencionar la llegada constante de escuelas, visitantes y peregrinos de distintos puntos del país.
Recordó su propio vínculo con el santuario: los viajes desde San Javier cuando tenía 10 años, su ordenación en la Basílica, su paso por el seminario con el padre Trucco y la influencia del sacerdote que despertó su vocación.
También mencionó su emoción al recibir la misión y la responsabilidad de sostener la huella que dejó el padre Olidio.
La fe que llega todos los días
Blanche señaló que los fines de semana se viven escenas muy diversas: personas que piden bendiciones por un embarazo, un viaje, un trabajo o una casa; familias que atraviesan un accidente o una operación; jóvenes que buscan apoyo antes de los exámenes; y parejas que se acercan para bendecir alianzas.
“Guadalupe excede el barrio y la ciudad”, resumió al describir la presencia de peregrinos de Entre Ríos, Córdoba, Chaco, Venezuela o México.
Además del festival, la Basílica transita obras que requieren mantenimiento permanente.
Entre ellas, Blanche mencionó el proyecto del ascensor para quienes no pueden utilizar escaleras, iniciativa que ya venía en marcha y que esperan avanzar durante 2025.





















