El 26 de septiembre pasado se confirmaron los primeros hallazgos de restos óseos humanos en el predio del ex Centro Clandestino de Detención “La Perla”, en Córdoba. Este descubrimiento se produjo tras cinco días de excavaciones realizadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en el marco de una investigación judicial ordenada por el Juzgado Federal N° 3 de Córdoba.
El juez federal Miguel Vaca Narvaja, a cargo del Juzgado N°3 de Córdoba, autorizó las excavaciones tras recibir testimonios de sobrevivientes y documentación histórica que indicaban la existencia de enterramientos clandestinos en la zona.
Uno de los testimonios clave provino de José Julián Solanille, un baqueano que declaró haber presenciado el arrojo de cadáveres en fosas comunes en las proximidades de un sitio conocido como “Loma del Torito”. Este testimonio fue fundamental para orientar las excavaciones en esa área específica. Además, se utilizaron fotografías aéreas de 1979 que mostraban alteraciones en el terreno, lo que sugirió la presencia de enterramientos.
La importancia judicial y emocional
Los hallazgos tienen valor judicial e histórico. En diálogo con la Nueva Nueve, Vaca Narvaja explicó que “la única forma de terminar con la desaparición es justamente esto, la restitución de los restos de los desaparecidos”. Asimismo, recordó un hallazgo anterior en 2014 en otro sector de La Perla, donde se identificaron restos de estudiantes de medicina desaparecidos en 1975, lo que permitió entregarlos a sus familiares y poner fin a la incertidumbre sobre su destino.
El juez subrayó que, si bien todavía no se puede confirmar que los restos hallados correspondan a víctimas del terrorismo de Estado, “por la apariencia de los restos, la zona, todo eso, es muy probable que sí sea”. El proceso de identificación se realizará mediante cotejos de ADN con muestras de familiares de desaparecidos.
Proyección de la investigación
La campaña actual se extenderá por aproximadamente 60 días y podría ampliarse con la colaboración de expertos de la Universidad Nacional de Córdoba. Sobre los próximos pasos, Vaca Narvaja explicó: “Una vez que se coteje el ADN, podremos determinar la identidad de los restos y continuar avanzando en la búsqueda de las personas desaparecidas”.
Además, destacó la relevancia de este hallazgo para mantener la memoria activa, “es importante traer estos datos a colación porque ante los discursos negacionistas, esto trae de vuelta la situación. La gente interesada se puede informar y los negacionistas deberían poner foco en los testimonios de lo que fue aquella época nefasta del país”.
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