La Legislatura santafesina investiga al fiscal Mariano Ríos Artacho por posibles irregularidades en el manejo de dos vehículos. Uno de ellos fue secuestrado en una investigación de Ríos Artacho y terminó en manos de un ex policía condenado y prófugo. Se ha abierto un expediente y se espera la comparecencia del fiscal y la presentación de pruebas.
El primer caso involucra a un comisario detenido por abuso sexual, quien tenía en su posesión un vehículo incautado en una investigación de Ríos Artacho. Una auditoría sugiere que el fiscal excedió sus atribuciones en el manejo del automóvil.
El segundo caso implica un vehículo adquirido por el fiscal en 2021 y que habría sido utilizado por un ex policía condenado y prófugo.
El fiscal implicado refuta al decir que no cometió ninguna conducta reprochable. Y enfatiza en que si el auto terminó en esas manos es producto de una cuestión tan lamentable para él como ajena a su voluntad.
Quien hizo el informe sobre las acciones atribuidas a Ríos Artacho era la Auditora General de Gestión del MPA, pero hoy es la fiscal general de la provincia. María Cecilia Vranicich alude, al pasar el informe a la Legislatura, “a la utilización de un vehículo Chevrolet Cruze propiedad del fiscal Ríos Artacho por parte del ex policía Juan José Raffo, condenado por colaborar con bandas dedicadas al narcotráfico”.
Todo se originó en una investigación que realizaban los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos José Luis Caterina y Matías Edery sobre dos líneas distintas. Una era la colaboración que recibía de Raffo uno de los líderes de la hinchada de Newell’s, Guillermo “Chupa” Sosa, a punto de ser imputado por el homicidio de Nelson “Chivo” Saravia, de la misma barra brava.
La otra línea era la reunión de un grupo de policías y ex policías, la mayoría ex empleados de la sección Drogas Peligrosas, en un galpón en la zona oeste rosarina. Allí detectaron al comisario Álvaro Rosales, actualmente imputado con prisión preventiva por un caso de abuso de autoridad contra una cadete, junto con Raffo.
Esto impulsó a los fiscales a ordenar seguimientos. Esa vigilancia ubicó en octubre pasado a Raffo, condenado a cinco años y diez meses de prisión como informante de Los Monos, mientras se trasladaba en un Chevrolet Cruze negro, dominio AE 618 SR, que según la base de datos registral es de propiedad del fiscal Ríos.
Dos meses después la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detectó a Raffo trasladándose en el mismo vehículo en instalaciones del Aeropuerto de Ezeiza desde donde, según la Dirección Nacional de Migraciones, abordó un vuelo a Miami. En ese mismo momento el ex policía condenado era nuevamente investigado por pasar información a grupos violentos implicados en el crimen del hincha de Newell’s y por lavado de dinero con compras de moneda extranjera en financieras a partir de dinero obtenido de actividades ilícitas. Por ambos hechos hoy Raffo está prófugo y con captura recomendada nacional e internacional.
En su dictamen, la entonces auditora Vranicich consigna el descargo de Mariano Ríos Artacho, realizado ante los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery el 29 de diciembre de 2022. Ríos se presentó de manera espontánea porque “una persona” le había dicho que un auto suyo había sido fotografiado en Ezeiza tras haber trasladado a Raffo. Agregó entonces que él le había vendido ese auto al comisario Álvaro Rosales, de quien se dijo amigo desde hacía diez años. Adujo que le llevó el auto a Pueblo Esther y que luego le firmó el formulario 08 de transferencia. “Desconozco qué hizo luego Rosales con ese vehículo”, señaló el fiscal.
