El senador nacional Mariano Recalde (Unión por la Patria) reclamó al Gobierno nacional que el ahorro de $15.500 millones, generado tras la decisión judicial de no reimprimir las boletas electorales de José Luis Espert, se utilice para reforzar el presupuesto del Hospital Garrahan.
A través de una publicación en la red social X, Recalde le pidió al ministro del Interior, Lisandro Catalán, que esos fondos “no queden inmovilizados” y se destinen a atender la emergencia sanitaria del hospital pediátrico.
“Ahora que la Justicia definió que no habrá reimpresión de boletas, le pedimos al ministro Catalán que use ese ahorro para mejorar la situación del Hospital Garrahan”, escribió el legislador.
El reclamo llegó luego de que el propio Catalán reconociera ante la prensa que el dinero “está disponible”. Según explicó, la administración de los fondos electorales permitió ahorrar una suma importante respecto de lo previsto en el presupuesto nacional.

Un hospital en crisis
El Hospital Garrahan, referente en salud pediátrica en Argentina y América Latina, atraviesa una situación crítica por la falta de insumos, los recortes presupuestarios y los retrasos en los pagos a proveedores.
Desde la Asociación de Profesionales del Garrahan advirtieron que el ajuste afecta directamente la atención de miles de niños y niñas, y reclamaron una respuesta urgente del Gobierno.
“El Garrahan no puede esperar a que se acomoden las cuentas del Estado; necesita recursos ahora”, expresaron.
Un debate sobre las prioridades
El pedido de Recalde reaviva la discusión sobre el destino del gasto público y las prioridades del Gobierno nacional.
Mientras el oficialismo destaca los recortes como muestra de “eficiencia fiscal”, desde la oposición advierten que el ahorro pierde sentido cuando se traduce en desatención sanitaria y social.
“El ahorro, cuando significa abandono, deja de ser una virtud”, remarcó el senador, en línea con otros dirigentes que reclaman reorientar los fondos hacia áreas esenciales.
Repercusiones en redes
La publicación de Recalde generó repercusión inmediata y fue replicada por referentes sindicales, legisladores y organizaciones sociales, que coincidieron en exigir mayor compromiso con la salud pública.En medio de una emergencia sanitaria, el planteo volvió a poner sobre la mesa una pregunta clave: ¿El problema es la falta de dinero o la falta de prioridades?
