Existen otras variedades hechas con harina de castaña, trigo sarraceno u otros cereales, polenta amarilla o polenta blanca, mucha variedad para muchos paladares…
La polenta se puede servir cremosa, asada, frita o incluso en versiones dulces.
Llegó a Argentina con la inmigración italiana, especialmente del norte de Italia, y su consumo fue variando, con diferentes acompañamientos, como queso fresco, salsa fileto, salsa bolognesa o incluso aves, a mi me gusta con queso cremoso y mucha salsa!
Hoy les comparto mi receta de polenta cremosa, pero sepan que en este caso tiene que ver con el gusto de cada uno, si quieren más cremosa o menos, con salsa roja o solo queso…. los invito a cocinar y crear!
- INGREDIENTES
- Leche ½ litro (puede ser mitad agua y mitad leche)
- Polenta 125 g
- Manteca 25 g
- Aceite de oliva c/n
- Ajo ½ cabeza
- Queso para rallar 150 g
- Sal fina c/n
PREPARACIÓN
Llevar leche al fuego, en la cacerola agregar el ajo y aceite de oliva, calentar hasta hervor.
Una vez que hirvió, agregar en forma de lluvia la polenta, muy lentamente y revolver con cuchara de madera, permanentemente, nunca dejar que se seque.
En caso que sea necesario, se puede agregar un poco de agua caliente o leche caliente, para que este de consistencia a gusto de cada uno, pero siempre revolviendo en forma de ochos.
Bajar el fuego al mínimo y continuar revolviendo entre 15 y 20 minutos más.
Si falta más agua o leche se puede agregar para que no pierda en la cocción la cremosidad deseada.
Transcurridos los 15/20 min apagamos el fuego, e incorporamos la manteca y el queso rallado ( parmesano o cheddar), y continuamos revolviendo con el fuego apagado, observando la untuosidad y humedad de la polenta. Debe quedar suave, espesa y cremosa. Y a disfrutar!!
Pero si queres acompañarla de una rica salsa, acá te dejo una bolognesa que te va a encantar!
