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Producción agropecuaria en el periurbano de pueblos y ciudades: hablemos con la experiencia de haberlo hecho

Producción agropecuaria en el periurbano de pueblos y ciudades, en esta oportunidad nos contactamos con una referente en el tema, la Ing. Agr. Celeste Canesini, Extensionista de la Agencia de Extensión Rural del INTA Esperanza y Docente en la Cátedra de Ecología  Agraria de la FCA -UNL,  quien nos recibió con los brazos abiertos y respondió a todas nuestras preguntas.

Hola, mis queridos lectores de LT9, ¿cómo están? Espero que muy bien.
Para este sábado les tenemos preparada una temática tan polémica como atrapante: la producción en los periurbanos. En esta oportunidad, queremos mostrar lo que se está haciendo, reflejar la voluntad de las entidades agropecuarias y de los productores que trabajan sus tierras en zonas donde las ordenanzas prohíben o restringen el uso de productos de síntesis química.

Para mostrar ese trabajo, nos contactamos con una referente en el tema, la Ing. Agr. Celeste Canesini, Extensionista de la Agencia de Extensión Rural del INTA Esperanza y Docente en la Cátedra de Ecología  Agraria de la FCA -UNL,  quien nos recibió con los brazos abiertos y respondió a todas nuestras preguntas.

Lo primero que nos mencionó fue que el norte de su trabajo es adecuar prácticas para los espacios periurbanos, conservando el tipo de producción que forma parte del establecimiento agropecuario al que pertenecen.

¿Qué es el periurbano?

Es el área que rodea a un pueblo o ciudad: un espacio de encuentro entre lo urbano y lo rural. La densidad poblacional suele ser inferior a la del centro urbano, pero superior a la del área rural circundante.

En los periurbanos es común encontrar una combinación de usos del suelo —viviendas, agricultura, industria y espacios naturales—. Estas zonas suelen estar en constante transformación, ya que la expansión urbana puede llevar a la urbanización de áreas previamente rurales.

Entre los desafíos más importantes se encuentran la gestión del crecimiento urbano, la preservación de los espacios naturales y la continuidad de la producción agropecuaria que se desarrolla en ellos.

¿Qué trabajo se está realizando desde las instituciones del agro para producir en estas zonas?

“La adecuación de prácticas en el espacio periurbano es factible y posible de llevar adelante de la mano del productor y de las instituciones vinculadas al agro —como INTA, universidades, sociedades rurales, entre otras—”, explicó la Ing. Canesini.

“Es posible trabajar el campo de un modo correcto, preservando la vida de la sociedad, el ambiente y la producción que genera el ingreso económico vinculado al desarrollo regional de pueblos y ciudades.”

¿Qué es un municipio verde?

Un municipio verde es aquel que cumple con todos los requisitos establecidos para la correcta aplicación de fitosanitarios en áreas periurbanas, garantizando una producción sustentable.

Este título fue otorgado por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) y la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) a Cañada Rosquín, convirtiéndose así en el primer Municipio Verde de la provincia de Santa Fe.

La certificación avala el compromiso con la sustentabilidad y la aplicación responsable de fitosanitarios. Además, este municipio implementó un sistema de gestión de calidad que garantiza transparencia y eficacia, promoviendo prácticas agrícolas sustentables y participación comunitaria, lo que demuestra el compromiso social con el cuidado del ambiente.

¿Tiene sentido que cada vez se aumente más la distancia de aplicación?

“Esta es una pregunta muy importante”, sostuvo Celeste. “Si una aplicación de insumos de síntesis química se realiza incorrectamente —es decir, sin respetar las condiciones climáticas como la velocidad del viento, la temperatura, la humedad relativa o la hora del día—, no lograremos eficiencia.

Es decir, el producto no llegará al lugar de la planta al que debe llegar y puede depositarse en el suelo, el aire o un cuerpo de agua cercano. En síntesis, está comprobado que si las aplicaciones se realizan bajo condiciones adecuadas, el producto llega a su objetivo y no genera derivas indeseadas.”

Desde las ciencias agrarias, ¿se cree que se podría aplicar a 0 m con los recaudos necesarios o es importante mantener un perímetro de no aplicación?

“Esta afirmación genera controversias entre los productores y la sociedad. El primer paso para avanzar es reconstruir la confianza entre las partes, que se ha visto afectada por errores cometidos en el pasado.

Por otro lado, la Ley 11.273 de la provincia de Santa Fe establece distancias de aplicación para prácticas aéreas y terrestres que deben respetarse.

Quienes sostienen que se podría aplicar desde 0 m, deben ajustar sus prácticas a las ordenanzas locales y buscar formas de mantener la productividad utilizando estrategias compatibles con las regulaciones vigentes.”

¿Cuáles son esas prácticas?

“Fundamentalmente, pensar en una secuencia de cultivos y no en un esquema rotacional con barbechos largos que favorezcan la proliferación de malezas. La idea es mantener siempre el suelo cubierto.

Si enfrentamos una situación particular de malezas, se pueden usar herramientas como el rolo o los cultivos de servicio, preparados para reducir su incidencia.

Como no podemos utilizar productos de síntesis química, se pueden incorporar rollos o segadoras para interrumpir los ciclos sin laborear el suelo.

A lo largo del tiempo, se ha hablado mucho de agricultura regenerativa, de mantener una buena estructura de suelo y de los ‘puentes verdes’, cultivos que cubren el lote en períodos en que antes estaría en barbecho.

En años secos, por ejemplo, un cultivo puente al ser roleado ayuda a evitar la evaporación del agua disponible en el perfil.”

¿La rentabilidad del productor se ve afectada o puede equipararse a la agricultura tradicional?

“En una franja con manejo diferencial, durante los primeros años puede haber una leve disminución del rendimiento, ya que se cambia de sistema.

Sin embargo, con el tiempo, al mejorar el manejo del suelo e incorporar cultivos de servicio o secuencias agrícolas más equilibradas, los resultados se estabilizan e incluso mejoran.

Además, al no utilizar insumos de síntesis química, disminuyen los costos de producción, lo que ayuda a compensar los rendimientos iniciales.”

Reflexión final

Como dijimos al inicio, este tema es tan interesante como importante: poder mostrar el otro lado del “problema” del periurbano, el lado productivo, el lado posible, el del trabajo conjunto y el compromiso.

Donde las partes involucradas buscan acercamientos basados en el hacer, dejando de lado conflictos y grietas, y dando lo mejor de sí para alcanzar el consenso.

Agradecemos muchísimo el tiempo y disposición de Celeste, dejamos sus espacios de contacto para todos los interesados en sumarse a esta propuesta , formen parte o no de un periurbano: IG: @celestecanesini MAIL: [email protected]

Los espero el próximo sábado en otra columna sobre el agro argentino.

Autor

  • Catalina Juliá

    Ingeniera Agrónoma, nacida en María Juana, pero desde hace 14 años vivo en San Justo, lugar que hoy siento como propio porque formé mi familia y también me desarrollé como profesional. Mi cercanía con el campo empezó desde muy chica. Vengo de una familia con raíces profundas en la actividad agrícola tambera, iniciada por mi abuelo, que llegó desde España.

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