Mediante el decreto 3184 firmado este miércoles, el Gobierno de Santa Fe, a través del ministerio de Desarrollo Productivo, decidió prorrogar la Declaración de Emergencia y/o Desastre Agropecuario por sequía para todos los distritos del Departamento 9 de Julio, exceptuando Gato Colorado y Gregoria Pérez Denis.
La declaración a causa de los efectos de la prolongada sequía (que ya había sido dispuesta por el Decreto Nº 0435/25) será desde el a 1 de septiembre hasta el 28 de febrero de 2026 en los distritos Santa Margarita, San Bernardo, Villa Minetti, Pozo Borrado, Tostado, Logroño, Campo Garay, Esteban Rams y Montefiore.
En el decreto se aclara que los productores que ya cuenten con certificados en situación de Emergencia, pasarán automáticamente a condición de Desastre, sin necesidad de realizar ningún otro acto administrativo por parte de los administrados. Y quienes ya cuenten con certificados en situación de Desastre, permanecerán en la misma situación, quedando eximidos de realizar cualquier otro acto administrativo.
Pérdidas por la sequía
En los considerandos del decreto se remarca que la falta de lluvia afecta tanto la producción como la capacidad productiva de los establecimientos agropecuarios, dificultado la continuidad de las actividades agropecuarias y el normal desarrollo del ciclo económico-productivo en el Departamento.
Fue la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria quien facultó al ministerio de Desarrollo Productivo para que, a través de sus equipos técnicos lleve a cabo el monitoreo de las áreas afectadas a nivel distrital. Y se concluyó que el nivel de daños y pérdidas registrados en la actividad agropecuaria de todos los distritos del Departamento 9 de Julio, con excepción de Gato Colorado y Gregoria Pérez de Denis, amerita la continuidad del período de prórroga de la declaración de emergencia y/o desastre agropecuario establecida mediante el Decreto Nº 0435/25.
“El fenómeno climático ha generado y continuará generando diversas consecuencias y efectos colaterales, afectando a la totalidad de las actividades agropecuarias, con especial incidencia en la ganadería y en la agricultura, particularmente en los cultivos de invierno como el trigo” indica el decreto.
Agrega que “las praderas artificiales y los pastizales naturales han sufrido pérdidas de gran magnitud, lo que ha comprometido severamente la disponibilidad de forraje para la alimentación del ganado, generando un incremento en los costos de producción, debido a la necesidad de suplir la carencia de recursos forrajeros para cubrir los requerimientos nutricionales del rodeo”.
En lo que respecta a la producción ganadera, se observó animales con pérdidas significativas de peso, una disminución en los porcentajes de parición, lo que genera pérdidas relevantes en la producción actual. Asimismo, se prevé una reducción en los niveles de preñez lo que se traducirá en una merma en la capacidad productiva futura de los establecimientos ganaderos. En consecuencia, se anticipa una disminución de los índices reproductivos y un impacto negativo en la actividad.





















